70 AÑOS LA PAMPA

Evita en obra: maestras tenían que ser

En un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad de Eva Perón, Cintia Alcaraz dedicó el espacio del Área de Géneros de Nacional Santa Rosa a ponderar el lugar de las cuatro mujeres que escribieron las bases constitucionales de nuestra provincia.

 

 

La periodista explicó que, una vez provincializado el territorio, las mujeres pampeanas pudieron votar por primera vez en 1951. De esa elección, el resultado para el peronismo fue de más del 74% de los votos a favor. De este modo, la representación en la Asamblea Constituyente para la redacción de la primera constitución provincial se repartió entre las tres líneas del partido gobernante: 5 para la CGT, 6 para el Partido Peronista y 4 para el Movimiento Peronista Femenino.

Las cuatro representantes elegidas por Evita, que moriría apenas unos 6 meses después, eran maestras de pueblo, sin afiliaciones partidarias previas, jóvenes y con prestigio por su labor comunitaria.

Por el departamento REALICÓ:  Sara Dolores FUMAGALLI de SAEZ, por entonces maestra en la localidad de Falucho.

Yo soy maestra y sé que la ley debe dar mucho a los maestros: debe dar tranquilidad espiritual y material, posibilidades de perfeccionamiento, de educación de sus hijos, de retiro sin quebrantos en las condiciones de vida… La función del docente no es una granjería. La ley que le asigna a la escuela una extraordinaria función, tiene también que darles a los maestros lo que para cumplirla le corresponde”, dijo Sara durante la sesión constituyente del 29 de enero 1952. Luego de sancionada la norma, también se convertiría en una de las primeras siete diputadas provinciales.

Por el departamento QUEMU QUEMÚ: Gregoria CORCHON, quien fue designada en reemplazo de su hermana Ursicina Corchón. Gregoria era docente y Subdelegada censista de General Pico, tanto ella como Ursicina eran militantes del Movimiento Femenino Peronista de Santa Rosa.

Entre sus intervenciones, la legisladora recordó la situación de las infancias antes de la llegada del peronismo.

"Nosotros los maestros, que hemos tenido oportunidad de enseñar en escuelas rurales, no podremos olvidar el cuadro aterrador de la niñez cubierta de andrajos y desnutrida. Los maestros debimos contribuir con nuestro escaso sueldo a la alimentación y vestido de los niños que concurrían a clase, más que a aprender, a recibir la migaja y el vaso de leche que les daba la cooperadora, de la cual los mayores contribuyentes éramos los maestros”.

Datos históricos dan cuenta de que en los departamentos alejados de Santa Rosa más del 80% de las infancias estaban destinadas al “trabajo rural” y excluidas totalmente de la educación primaria.

Por el departamento CATRILO: Josefa MIGUEL de TUBIO, maestra de la Escuela Nº 33 de Jacinto Arauz, militante del movimiento peronista femenino. Fue convencional constituyente con una secretaria a cargo, pero antes, el 11 de noviembre de 1951, había sido elegida diputada nacional.

Josefa, en sus discursos en el Congreso, enunciaba el “todos y todas”, hablaba de cambio social, de penetrar en las estructuras de la institución familiar para lograr la transformación cultural. Durante su ejercicio como legisladora nacional se ocupó, sobre todo, de leyes que ampliaron los derechos de las mujeres en el orden de la familia, pero también intervino en cuestiones de política exterior.

Con el derrocamiento del gobierno de Perón, tras ser denunciada por cuatro vecinos de Jacinto Arauz, la Marina de Bahía Blanca la apresó bajó la falsa acusación de que en su casa escondían cajas con armas para una revuelta. En realidad, se trataba de material de librería, contó su hijo al periodista Norberto Asquini.

Josefa fue trasladada al Correccional de Mujeres de la calle Humberto Primo en Buenos Aires, donde permaneció detenida junto a otras dirigentas por más de dos años. Abril Tubío, periodista y bisnieta de la dirigenta, se encuentra escribiendo el libro “Josefa Miguel, reprentatividad, discurso y lucha de las primeras diputadas peronistas”, en el que profundiza sobre las ideas y la obra esta política “evitista”.

Por el departamento ATREUCO: Susana CORRECHÉ de NOVICK, maestra de Doblas, militante del Movimiento Peronista femenino.

Susana Correché de Novick, nació en General Pico el 31 de enero de 1915 y murió en Buenos Aires, el 24 de abril de 1985. Fue una maestra, abogada, asesora del gremio de salineros y senadora nacional por la provincia Eva Perón entre 1953 y 1955.

Integró el Partido Peronista Femenino, fue censista y, en 1952, convencional constituyente de la nueva provincia de La Pampa. Entonces, participó en la petición de nombrar a la provincia como “Eva Perón”. Durante la asamblea, se disputó con el representante de la CGT, Juan Ferrari, la autoría de tal petición. El constituyente había sostenido que el homenaje a Eva era reclamado por más de 80 sindicatos regionales.

Sin embargo, Correché le dijo que: “personalmente he hablado con la señora de Perón respecto de la cuestión del nombre. Entiendo, por otra parte, que no es un pedido hecho solamente por la Confederación General del Trabajo, sino que es el sentir de todas las mujeres argentinas, y no ya tan sólo de las mujeres peronistas; esto he de decirlo en público”.

En 1953 se convirtió en la primera senadora nacional por la nueva provincia, junto con Ferrari. Integró las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Comercio.

No pudo terminar su mandato en el Senado, que se extendía hasta 1958, por el golpe de Estado de septiembre de 1955.​ La dictadura de la “Revolución Libertadora” la mantuvo detenida desde 1955 hasta 1958, junto con otras legisladoras peronistas.

Sobre el valor de estas cuatro mujeres peronistas, la investigadora pampeana Mirta Zink dice en su trabajo Mujeres, maestras, políticas en los albores de la provincia Eva Perón, que “las legisladoras compartieron el rol que desde el imaginario social y desde el Estado en particular les asignaron a las mujeres a través del discurso y las acciones. … Sin embargo, utilizaron este nuevo espacio de poder institucional para reclamar por mejoras en su situación laboral como maestras, una actitud que no estuvo presente en las intervenciones de su par varón, aun siendo también docente. Esta preocupación se desprendió sin duda de la cruda realidad de comparar sus recibos de sueldo como maestras y como diputadas”.

Susana Correché había corroborado que como diputada cobraba cinco veces más que como docente y eso era inaceptable.