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Estados Unidos sin escalas: La salud de las elecciones

Por: Lic. Marcelina Romero

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En más de una oportunidad nosotros, los humanos comunes y silvestres solemos dejar de lado las sugerencias médicas y seguir nuestra vida con la posibilidad de caer enfermos. Nos arriesgamos a terminar en cama por varios días.  Hay quienes dicen que el cuerpo habla. Y podés estar seguro que si no lo escuchas grita; y te detiene de alguna manera. Y así fue!

La candidata demócrata desafío su diagnóstico, su estabilidad electoral y siguió hasta que su cuerpo, como dicen algunos, dijo stop.

Hace varios meses la candidata Hillary Clinton deambula de estado en estado haciendo  campaña. Su estado de salud que es el “estado” más importante a la hora de batallar la elección, frenó su intento de seguir como si nada.

Unas eleciones reñidas por quién da más…la candidata de 68 años de edad sufrió un golpe de calor que fue la gota que derramo el vaso.

El domingo pasado en la conmemoración del 11-S en New York, Hillary Clinton trastabillo frente a las cámaras. Allí se desató la noticia: Hillary Clinton, la candidata que viene por encima en las encuestas para ser la próxima presidenta de Estados Unidos y la primera mujer en llegar a ese lugar codiciado por muchos. Había sido diagnosticada de neumonía dos días de antes del acto y sus voceros lo habían ocultado. Lo que se podría haber evitado, termino generando consecuencias negativas y una pregunta. ¿Cuál es estado de salud de los candidatos?

El lunes a la noche en una entrevista telefónica con la cadena CNN, la candidata reconoció su error,  y admitió “si, perdí el equilibrio” y aclaro que no se había desmayado. Aclaración que no podia dejar de lado, ya que los medios confabulan inventando historias y posibles desenlaces.

Hillary

“Me encuentro mucho mejor, tendría que haber descansado antes, obviamente hubiese sido mejor cancelar mi agenda el viernes, pero como mucha gente pensé que podía seguir adelante y eso no salió del todo bien”, dijo Clinton.  Y aseguró que los medicos le habían recomendado tomar cinco días de reposo, lo cual había elegido no priorizar en su agenda por presuponer que no era grave.

 

Las frases que rodean este hecho están vinculadas a desestabilizar una muy buena campaña según los últimos sondeos. Una vez más los medios atacan directo al talon de Aquiles. Las frases de los titulares de diarios y las voces de los periodistas que buscan generar noticia cueste lo que cueste, se regodean en repetir palabras: “desinformación” “enfermedad” “ocultamiento” sabiendo de antemano que todas ellas desvelan al ciudadano americano.

A la candidata Clinton no le gusta informar, o al menos no es prioritario para ella que el pueblo este al tanto de las cuestiones importantes.
Aquí en Estados Unidos ocultar durante dos días un diagnostico sobre la salud de uno de los posibles presidentes no está bien visto.  Aunque haya antecedentes históricos que demuestran que las enfermedades y el historial médico de los presidentes eran considerados secreto de Estado.

El equipo de campaña debió difundir el informe médico ese mismo viernes. No cabe duda que hubiese sido beneficioso para la campaña y una excelente oportunidad para una demostración de transparencia. Sin embargo ella y sus asesores prefirieron no decir nada, hasta que se vieron obligados.

Ahora es un hecho, la candidata Hillary Clinton suspendió dos días su extenuaste campaña y se comprometió a dar información clara y precisa sobre su estado de salud.

El candidato republicano Donald Trump en la cadena Fox News se mantuvo al margen aunque le deseo una pronta  recuperación “Espero que se recupere y vuelva a la campaña” y aclaro, “La semana pasada me hice un examen físico y publicaré los resultados cuando lleguen”.

Donald

Los medios, los cazadores de noticias también apuntaron hacia la salud de Trump exigiendo un informe de su salud. Hasta ahora lo único publicado sobre la salud del republicano Trump es una carta de su doctor, Harold Borntein, que poco tiene que ver con un informe médico, más bien parece una carta de recomendación laboral para un amigo, si Donald Trum gana la elección será “el individuo más sano jamás elegido para la presidencia” reza el supuesto informe. ¡Todos queremos un medico de cabecera así!

Como era de esperar el propio Bernstein tuvo que admitir que la escribió en ¡cinco minutos!, mientras gente cercana a Trump esperaba que redactara dicho “informe”.

El Dr. David Scheiner, autor del informe del candidato  Barack Obama en el año 2008, fue entrevistado por The Washington Post. En la entrevista insiste en que todos los posibles presidentes deberían seguir el ejemplo de John McCain, de 71 años, contrincante de Obama en aquella elección. MaCain fue quien publicó una recopilación de informes médicos de 1200 páginas. Lo importante darle tranquilidad de los ciudadanos americanos. ¡Y al mundo!
Con unas elecciones en donde ambos candidatos no son unos pibes. Ella con 68 y él 70, deben ser cautos con no dejar en la campaña la salud que tanto necesitarán para ser presidentes.

Aunque varios antecedentes históricos revelan que la salud de los presidentes se ha mantenido en reserva en Estados Unidos. Los medios se apoderan de la nueva batalla electoral: la edad de los candidatos y el historial médico.

Deberíamos modificar el punto desde donde se indaga si el candidato es apto para ocupar el sillón presidencial. Dejar de lado las especulaciones sobre su edad, si es o no demasiado viejo. Los electores deberían reflexionar e indagar si un candidato es mental y fisicamente apto para el cargo.

Enfermera

La edad de los candidatos está bajo la lupa. De ser elegido el candidato republicano Donald Trump pasaría a ser el presidente con mayor edad en llegar a la Casa Blanca. Si gana las elecciones la candidata demócrata Hillary Clinton sería  tan solo dos meses más joven que Ronald Reagan cuando juró por primera vez en enero de 1981 a los 69 años.

Como dice en Japón  “sólo en medio de la actividad desearás vivir cien años.” Y si hay una actividad que te lleva a mantenerte en movimiento esa es la de militar por lo que deseas.

Desde el país de las maravillas, una latina más.