La comunidad educativa de las escuelas ProA de toda la provincia continúan reclamando desde hace cinco años por la finalización de las obras de infraestructura. Estas escuelas fueron presentadas como modelos innnovadores de educación especializadas en desarrollo de software y biotecnología, sin embargo desde su puesta en funcionamiento, muchas no cuentan con conectividad ni materiales.
Gustavo Carranza, vocero de la comunidad de familias ProA, habló con Nacional Informa y contó en detalle el sostenido reclamo, que incluye relevamiento propio de las familias ante la falta de respuesta por parte del gobierno provincial, “son escuelas de cartón bien pintadas”, afirmó. “Hasta donde sabemos 13 escuelas que carecen de edificio propio, funcionan en espacios declarados no aptos para uso público”, contó Carranza y citó varios ejemplos como el caso de los edificios de La Calera y La Falda, donde tienen problema de cloacas y los techos filtran cuando llueve; o que el edificio tiene un solo baño para toda la escuela y debido a la cantidad de estudiantes, “el año que viene no sabemos a dónde van a ir”.
Por otro lado, Carranza señaló la precarización laboral de quienes asisten a estos establecimientos, ya que “los cargos directivos se renuevan cada tres meses”; como la falta de presupuesto en general para el desarrollo de la propuesta. “En los papeles es muy bonito, las propuestas educativas tiene un diseño excelente pero el resultado es un mamarracho, tampoco hay recursos educativos”, señaló.
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