Entrevista a María Elena Torresani

En un cumpleaños, los niños pueden consumir las calorías de un día entero

En los festejos infantiles, los niños pueden llegar a incorporar entre 1 200 y 1 800 calorías en pocas horas, cifra similar a toda su ingesta diaria recomendada, mayormente proveniente de alimentos y bebidas con bajo valor nutricional. Esa “bomba calórica silenciosa” se repite frecuentemente: si se asiste a unos 20 cumpleaños al año, esas calorías extras pueden sumar entre 24 000 y 36 000 kcal, lo que equivale a un aumento de 3 a 5 kg anuales si no se compensan con actividad física o alimentación equilibrada.

 

María Elena Torresani, licenciada en Nutrición y doctora en la especialidad (MN 936), dialogó con el equipo de Ramos generales y advirtió que esas ingestas excesivas no son un hecho aislado y se han naturalizado en cada celebración infantil .

"Uno puede hacer más variada esa oferta y elegir otros alimentos que no tengan mucha grasa, mucho sodio, muchas calorías y muchos carbohidratos. Esa combinación de nutrientes forman una combinación bien explosiva a nivel cerebral que permanentemente estimula que uno quiera más", expresó Torresani, quien también es docente en la carrera de Nutrición de la Universidad Favaloro e integrante de PROFENI (Profesionales Expertos en Nutrición Infantil).

El panorama se agrava teniendo en cuenta que muchos niños escogen libremente alimentos ultraprocesados sin supervisión ni orientación nutricional. En cada cumple pueden servirse estableciendo menús que incluyen palitos salados, chizitos, galletitas dulces, sandwiches de miga, muffins o cupcakes, torta, jugos industrializados o gaseosas, golosinas y caramelos en la piñata, sumando entre 1 200 y 1 800 kcal por niño. Ese aporte concentrado carece de fibra, proteínas, vitaminas y minerales, favoreciendo un desequilibrio alimentario.

"No hay que limitar o prohibir, hay que diversificar y controlar las porciones", subrayó.

Una merienda o picada de cumpleaños puede incluir:
● Palitos salados (25 g, ¼ de taza): 120 kcal
● Chizitos (205 g - una taza): 120 kcal
● Galletitas dulces (4 unidades): 160 kcal
● Sandwiches de miga (2 unidades): 250 kcal
● Muffin o cupcake: 200 a 400 kcal
● Porción de torta (100 g): 350 kcal
● Jugos industrializados o gaseosa (250 ml): 110 kcal
● Caramelos (5 unidades) y otras golosinas en la piñata (gomitas): 300 kcal

Las consecuencias no son solo peso en la balanza. Según estimaciones, cada 7 700 kcal no gastadas se transforman en 1 kg de grasa, lo que agrava la inflamación corporal, distorsiona las señales de saciedad y abre paso a un ciclo de preferencia por alimentos poco saludables —un problema que afecta al 43 % de los niños en edad escolar en la Argentina.

"Hay que tener en cuenta la frecuencia, la cantidad de veces que comen en cumpleaños a lo largo del año. Una de las estrategias que se está usando es la de unir cumpleaños mensuales y eso ayuda a disminuir el consumo", señaló Torresani.

Desde PROFENI se propone revalorizar los festejos infantiles sin perder su carácter festivo ni lúdico. Torresani destacó que no hace falta eliminar la torta ni los dulces, sino incorporar creatividad y equilibrio. Entre las alternativas sugeridas se incluyen snacks coloridos y nutritivos como palitos de vegetales con dips de yogur o hummus, brochettes de frutas, mini pizzas caseras con ingredientes frescos, pochoclos sin azúcar ni manteca, gelatinas con frutas naturales, y mini sándwiches integrales con rellenos magros.