El director ejecutivo de ACUMAR habló acerca de la actualidad de la tareas de saneamiento del riachuelo y de los objetivos establecidos para seguir con las mejoras ya obtenidas.

Podcast: Bajar

Suscribirse en ¿Qué es Nacional Podcasts?

"Estamos muchísimo mejor pero al comienzo teníamos que saber donde estábamos parados. Sabíamos el nivel del estado de putrefacción pero no de qué venia, dónde, cómo... Se pudo determinar que una de las principales causas era de los desechos cloacales vertidos en crudo, ese era el 70% de la contaminación del río. El otro 30% eran efluentes industriales con diversos grados de complejidad contaminante y residuos sólidos urbanos, que eran los barcos hundidos, autos hundidos, la basura que se tiraba", detalló.

También agregó que para estos problemas "se armó un sistema para atacar las causas. En eso hay, en materia de cloacas, la obra más grande de ingeniería de saneamiento de los últimos 100 años que este año se va a terminar que es el sistema Riachuelo y va a permitir interceptar todos los pluviales de la ciudad de Buenos Aires, ya no va a haber más vuelcos a través de efluentes cloacales. Tenemos las plantas de tratamientos cloacal de Fiorito y de Lanús, la construcción de la planta de Barros para poner operativa la planta de sudoeste en la Matanza y el inicio de la construcción de la planta de Laferrere que nos permitirá darle cloacas a toda esa región". Todas estas medidas se suman a los trabajos que ya se venían desarrollando desde los últimos 15 años.