Entrevista a Raúl Mejía

El tabaquismo pasivo en la infancia aumenta el riesgo de daño pulmonar en hijos y nietos

Un nuevo estudio internacional advirtió que la exposición al humo de tabaco durante la infancia no solo afecta a quienes lo inhalan de manera pasiva, sino que también duplica el riesgo de que sus hijos y nietos desarrollen problemas respiratorios. El hallazgo refuerza la necesidad de intensificar las campañas de prevención y control del tabaquismo, especialmente en los entornos familiares.

 

Raúl Mejía, médico experto en tabaquismo y consultor de la División de Medicina Interna General del Hospital de Clínicas, dialogó con el equipo de Creer o reventar y remarcó que el tabaquismo pasivo tiene un impacto intergeneracional que hasta hace poco no se había dimensionado con claridad.

"El tabaquismo de segunda mano, es decir, cuando uno está expuesto al humo de otra persona que fuma, es un problema bastante grave. El fumar pasivamente hace mal", afirmó.

Las nuevas investigaciones muestran cómo el humo ambiental puede modificar la vulnerabilidad respiratoria de las generaciones siguientes, incluso en quienes nunca estuvieron expuestos de manera directa al cigarrillo.

"Es una locura permitir que la gente fume en los autos porque está exponiendo a los chicos. hay que convencer a la gente que fumar en la casa también está mal", dijo Mejía.

Los estudios citados forman parte de un trabajo de cooperación internacional que analizó registros de salud de varias décadas y encontró un patrón reiterado: los hijos de personas expuestas de niños al humo de tabaco tienen el doble de probabilidades de presentar afecciones pulmonares como asma, bronquitis crónica o menor capacidad respiratoria. Este riesgo también aparece en los nietos, lo que indica que los efectos del tabaquismo pasivo pueden transmitirse más allá de la primera generación.

Mejía subrayó que este tipo de evidencias obliga a revisar las políticas públicas de prevención. No alcanza con evitar que los adultos fumen en espacios cerrados; la recomendación es sostener hogares y entornos libres de humo, dado que la exposición en edades tempranas tiene consecuencias duraderas y difíciles de revertir.