entrevista de adrián noriega

El supervisor de los efectos especiales de El Eternauta dijo que no creía que iba a ser tan vista 

Ignacio Pol, uno de los supervisores de los efectos especiales de "El Eternauta", aseguró que nunca pensaron que "iba a ser tan vista en todo el mundo" y destacó que "nadie pudo hacer esta serie como un lobo solitario", por lo que resaltó el trabajo del equipo que permitió llevar adelante la postproducción y los rodajes.

"Nunca pensamos que iba a ser tan tan vista en todo el mundo. Es una sorpresa, en serio, para todo el equipo. Sabíamos que en Argentina la iba a ver todo el mundo, pero no sabíamos que iba a pasar afuera", dijo el cofundador de Control Studio en el programa "Nunca es Tarde", conducido por Adrián Noriega en Radio Nacional. 

Pol contó que "de muy chico" quedó "muy impactado" cuando vio el efecto de la película Matrix cuando "se para la cámara y gira la cámara alrededor", por lo que desde esa ocasión siempre le interesaron los efectos visuales y se dijo "¿por qué esto no se puede hacer acá?"

"Aquí en Argentina no había mucha educación en efectos visuales. Hará unos añitos, empezó la carrera oficial ahí en la Universidad de San Martín, que es la carrera en una universidad pública, lo cual me pone muy contento de estar dando clases desde hace varios años y en el ambiente privado también, donde trato de justamente hacer lo que me hubiese encantado que exista de chico, empezar a difundir un poco cómo es la génesis de estos efectos", sostuvo.

Pol resaltó que la reinterpretación de la historieta argentina "El Eternauta", escrita por Héctor Germán Oesterheld, "tiene alrededor de 2000 planos, casi una película de Marvel", por lo que aproximadamente "el 75% de los planos de efectos visuales se realizaron en nuestro país y solo un 25 fue lo que se terminó haciendo afuera".

"En general estuve encargado de la supresión de de todo lo que es la serie. No solamente de ver los planos de bichos, sino de de cada uno de los planos y tipos de planos, o sea los cascarudos son solo uno de los tantos efectos que hay que hacer y quizás son los más convencionales. De alguna manera, hacer criaturas digitales sobre algo filmado es algo que se viene haciendo muy bien en este país, en el mundo de la publicidad, por ejemplo, así que tampoco involucraba algo nuevo en ese sentido", explicó. 

Según el cofundador de Control Studio, "hay un desarrollo muy conceptual de lo que fue originalmente la forma para tratar de respetar lo del diseño original de Martín Canale, que es un genio, que estuvo haciendo en 3D lo que era 2D y a partir de estos diseños 3D de este artista, se fue dando este modelo 3D, no solo de los cascarudos". 

"En noviembre del 2020 es cuando me llama la productora del proyecto. Ahí lo conozco a Bruno Stagnaro y Bruno tenía muy claro en la cabeza que él quería escanear la ciudad de Buenos Aires para reproducirla en pantallas de LED gigante, como se estaban haciendo algunas series del momento en otros países", continuó.

Para Pol, "la frase 'nadie se salva solo' es nadie postproduce. Esto solo es así de simple. O sea, nadie pudo hacer esta serie como un lobo solitario. La verdad que lo fundamental en el equipo de producción y en lo que me tocó a mí fue justamente armar un equipo de un grupo humano que pudiera trabajar en conjunto".

El supervisor agregó que su "rol fue de organizador y de quizás visión medio general de todo lo que fueron estas tareas para que se pudiera trabajar y distribuir entre un montón de manos".

"Así que es realmente el héroe colectivo. Creo que aplica perfectamente a lo que es no solo la postproducción, que fue un montón, sino también lo que fueron los rodajes. La verdad que los rodajes también fueron con muchísimo equipo técnico trabajando al mismo tiempo", indicó. 

Respecto al desafío más grande, Pol dijo que "Bruno (Stagnaro) quería transmitir que la Ciudad de Buenos Aires es un personaje más y que para lograr eso, para transmitir lo que sucedía cuando El Espectador leyó por primera vez en 1957 y los personajes caminaban por lugares conocidos de Buenos Aires, que ahora la gente que vea esta serie en el año 2025 le pase exactamente lo mismo".

"No alcanzaba solamente con grabar en las locaciones tal como estaban, porque justamente muchas locaciones eran imposibles. No todo se puede cortar la calle, ponerle nieve de utilería y filmar. Entonces el gran reto nuestro fue tratar de generar todos esos fondos de la Ciudad de Buenos Aires y que la gente realmente se crea que se grabaron ahí y muchos de esos lugares jamás estuvimos, O sea, solamente los escaneamos, los pusimos en las pantallas y filmaron, pero la idea justamente era esa, que el espectador se sintiera dentro de la ciudad y que la ciudad no solo que estuviera ahí, sino que esta ciudad tuviese una cierta vida, más allá de que sea una una ciudad congelada y con gente muerta", expresó. 

Agregó que "sí tenía que transmitir algún tipo de dinamismo", por lo que también "hubo mucho trabajo en los pequeños detalles que hacen que la ciudad se esté moviendo todo el tiempo, como por ejemplo bolsas pasando, trapos enganchados en palos, ventanas moviéndose con el viento".

"Bruno quería que estuviese viva. Entonces esa fue nuestra mayor labor. Digamos que pusimos una cantidad de detalle que espero que se aprecie. Porque la verdad es que fue muchísimo trabajo", aseguró Pol.