presencia estratégica en la Patagonia

El Pinot Noir, una de las cepas con más adeptos en el mundo, celebra su día

La variedad Pinot Noir es una de las cepas de mayor antigüedad y está presente en todo el mundo, sobre todo en regiones frías, aunque está asociada especialmente a la región francesa de Borgoña.

También se encuentra en regiones vitícolas donde los vinos elaborados con esta variedad han logrado buena reputación, como Estados Unidos, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelandia.

En la Argentina, la variedad muestra una presencia estratégica en la Patagonia, siendo en Chubut la variedad más cultivada.

A mediados de 2025, hay 2.023 hectáreas de Pinot Noir, 1% del total de vid del país, principalmente en zonas frías, Valle de Uco y Luján de Cuyo en Mendoza y las provincias patagónicas, Neuquén, Río Negro y Chubut.

La superficie creció 1,3% en los últimos 10 años y la producción en 2025 fue de 174.547 quintales.

En 2024 se vendieron 29.723 hl de vinos varietales Pinot Noir (puro y cortes), 0,7% del total de varietales del país (mercado interno y externo).

Del total, 50,6% se destinó al mercado interno, que duplicó su volumen en 10 años (+99,3%); y, en el mercado externo, repuntó ligeramente en el último año (+2,3%). 

Las exportaciones alcanzaron los 14.681 hl con un precio medio de 6,07 U$S/litro, muy por encima del promedio de los varietales (3,55 U$S/litro), con Estados Unidos como principal destino, seguido por Brasil.

La variedad se usa para la elaboración de vinos espumosos en la región de Champaña y en otras regiones vitivinícolas, y se considera que produce algunos de los vinos más elegantes del mundo, pero es una variedad difícil de cultivar y de vinificar.

Su fina piel y sus bajos niveles de compuestos fenólicos hacen que produzca vinos de un color rojo rubí de baja intensidad, con reflejos violetas cuando son jóvenes; y los aromas que los caracterizan son las notas a cereza, cassis, fresa, frambuesa y violetas.

En la crianza aparecen notas a canela, cuero, regaliz y coco, dando como resultados vinos muy elegantes; y, en boca, se caracterizan por la baja tanicidad, frescura y persistencia.

La variedad se caracteriza por sus hojas de tamaño mediano a chico y racimo pequeño, compacto, con bayas pequeñas.