WIÑOY XIPANTU NEUQUEN

El pensamiento de Jóvenes mapuche, organizados en Kizu Iñciñ

De esa situación de empobrecimiento estructural en que se nos mantiene, se desprende el conjunto de dificultades que en todos los órdenes de la vida social padecemos en nuestro propio país de origen, Wajmapu, a ambos lados de la cordillera que nos une como pueblo. En esta situación, el logro de algún tipo de ascenso social solo puede alcanzarse al precio de dejarnos colonizar y domesticar, argentinizarnos-chilenizarnos como moneda de cambio para ocupar espacios sociales que no sean el de la pobreza que vive de la dádiva estatal bajo pomposos nombres: planes sociales, política de desarrollo social, comunitario o de bienestar social con identidad.

Así, toda reivindicación de derecho político-jurídico mapuche, debe adecuarse a los límites impuestos por la legalidad estatal para ser aceptables. He aquí la estafa histórica de esta legalidad: respecto de la base de sustentación primaria que todo pueblo requiere para proyectarse, el territorio, el límite permitido es el de llegar alcanzar el título de propiedad de las migajas de tierras en que nuestras familias sobreviven bajo el eufemístico nombre de comunidad; la otra cara de esa estafa, marca su límite en las medidas gubernamentales compensatorias, concebidas para la clase social empobrecida, con rostro aindiado en este caso, bajo términos muy políticamente correctos como interculturalidad, diversidad cultural, pueblos originarios, etc., retórica que no hace más que perpetuar la invisibilización del fondo racializado y colonial de una política estatal histórica que, desde las propias versiones reformadas de sus cartas constitucionales, nos condena a ser miembros de un pueblo de segunda: territorialmente despojados, políticamente domesticados, empobrecidos estructuralmente, culturalmente colonizados. La/os mapuche que estudiamos, enseñamos y trabajamos en la UNKo, somos parte de esa primera entidad política históricamente constituida y oprimida en este territorio hasta el presente: la Nación Mapuche. En esta condición, hemos conformado la organización “Kizu Iñciñ” para visibilizar la presencia de nuestro pueblo en esta institución de educación superior, promover a su interior una política que la lleve a reconocerse como Universidad asentada en el corazón mismo de Wajmapu, y avance más allá de la retórica, a una reforma estructural y estatutaria que aporte a la construcción futura de una sociedad plurinacional, intercultural y plurilingüe en el País de la Nación Mapuche.

Noelia Wenuweke integrante de Kizu Iñciñ, organización Mapuche en la UNKo. Estudiante de la carrera de Historia en la Universidad Nacional del Comahue, dialogo con el “Regreso Informativo de la tarde”