El padre Ernesto Salvia además de ser sacerdote, es referente de la parte de investigación histórica de la Arquidiócesis de Buenos Aires y Párroco del Perpetuo Socorro del barrio porteño de Villa Luro.
Recordó parte de la historia personal de Mama Antula y de su obra espiritual, en Santiago del Estero y luego en Buenos Aires.
"Como mujer de Dios rezaba mucho y pedía a la providencia de Dios que le pudiera otorgar los bienes materiales que necesitaba; La gente iba a los retiros y tenía que comer y cuando las servidoras le decían que no había más comida ella respondía vaya vaya busque que algo va a encotrar, e iban las cocineras y encotnraban".