Este instrumento de viento compuesto de muchos tubos (donde se produce el sonido), de fuelles que impulsan el aire y de un teclado y varios registros ordenados para modificar el timbre de las voces, está generalmente considerado como uno de los más complejos e importantes.
En Occidente, el órgano aparece en la época carolingia y evoluciona lentamente hacia una ampliación de su tesitura y de la cantidad de tubos. Además, los fuelles adquieren cada vez mayor potencia. En el siglo XIII se incorporan los pedales, con los que el intérprete toca la línea de bajos y deja libre las manos para tocar otras voces. Con los siglos, sucesivas innovaciones se van incorporando a los órganos entre las cuales (y no es menor) está la automatización de los fuelles, para cuya operación deja de ser necesario el trabajo físico de una segunda persona.
Muchos de los más grandes compositores de la historia han sido organistas: Telemann, Bach, Händel, Pachelbel, Mendelssohn y César Franck. El órgano fue también el primer instrumento que dominó alguien cuyo nombre no suele asociarse con él: Giuseppe Verdi. Los invitamos a escuchar de Johann Sebastian Bach la Sinfonía de la cantata Nº 29, por Wolfgang Capek en órgano.
Producción: Carlos Díaz Rocca
