La correntina Ramona Galarza y el entrerriano Néstor Cuestas fueron dos figuras centrales del repertorio popular de la Mesopotamia.
Ella fue “la novia del Paraná” y la voz de versiones entrañables de Merceditas.
El inventó un recurso fonético para que su hermano Rubén lo secundara en los tanguitos montieleros o las chamarritas.
Néstor Cuestas pasó del silbido de los pájaros a ser un difusor comprometido de los géneros folclóricos del Litoral.
Además, fue director de nuestra casa, LRA42, durante la década de 1990 cuando la emisora obtuvo el premio Martín Fierro.
La presencia física de Ramona y de Néstor se extrañarán, pero su voz seguirá causando las mejores sensaciones en los oídos atentos.
