El interventor de UTA Córdoba, Luis Arcando, confirmó que no avala a los choferes de la empresa ERSA que realizaron asambleas el pasado miércoles y que según anunció la empresa, ahora serían despedidos.
Arcando relató que ante la intimación del Ministerio de Trabajo, la intervención a su cargo decidió no avalar las asambleas: "Estatutariamente hay procedimientos, hay mecanismos que los delegados deben adoptar antes de hacer cualquier tipo de medida incluso hablando desde la entidad gremial para resguardar a todos los afiliados". No obstante, el funcionario afirmó que hasta ahora no recibieron ninguna notificación formal acerca de posibles despidos en la empresa, pese a que la vocera de Ersa, Ana Julia Capuccino, adelantó al menos e
ntre 20 y 25 cesantías por ese incidente. Sobre el origen del conflicto, Arcando sostuvo que no existieron causas gremiales y dejó traslucir que obedece a una interna dentro del mismo gremio: "Primero que no es estrictamente gremial. Acá lo que pasó es que de 15 delegados que tiene la empresa ERSA hay un solo delegado que tomó la decisión, no comunicándole al gremio, no poniéndole en conocimiento si existía algún tipo de falencia con respecto al motivo que llevó a dicha asamblea", afirmó. "Nosotros nos desayunamos ayer al mediodía por ustedes los medios de que habría un delegado de la empresa ERSA junto con otros compañeros realizando una asamblea", aseguró. En otro orden, confirmó que se dispuso la suspensión de los dirigentes de la anterior conducción de UTA por 45 días, lapso en el cual el Consejo Directivo Nacional del gremio resolverá si les aplica alguna sanción. Por último Arcando afirmó que todavía no hay fecha definida para la realización de elecciones para la normalización del sindicato.
