Meli Cabrapan Duarte es antropóloga social mapuche recibida en la Universidad de Río Negro. Tiene un doctorado en la Universidad de Buenos Aires y se especializó en estudios de género y antropología feminista. Está pronto a editar “Mujeres de la noche y trabajadores petroleros: tránsitos entre economía, sexualidad y afectos”.
El trabajo de investigación buscó indagar sobre el efecto social de la actividad hidrocarburífera en la región. “Inicié mi tesina de licenciatura y me concentré en las mujeres migrantes, dominicanas, colombianas y venezolanas que más allá de su nacionalidad tenían en común que eran mujeres negras afrodescendientes. Mi pregunta por cómo era que llegaban al sur y cómo aparecía una representación de ellas vinculadas a los mercados sexuales y sobre todo vinculadas a la trata de personas con fines de explotación sexual” explicó Meli.
La investigación se centró en ciudades que se transformaron en las primeras de la actividad hidrocarburífera. “Me concentré inicialmente en Rincón de los Sauces por su trayectoria pero tuve que incluir a Plaza Huincul por el antecedente de tener el primer cabaret allí”.
Las adicciones encuentran espacio en la vida nocturna de las ciudades en donde la principal actividad se da en torno al petroleo. “El tema de los consumos problemáticos aparece entrelazado en la noche. Es un tema muy complicado. Lo referencio porque las mujeres lo referencian y porque es el tema que lleva a que tengan riesgos” advierte la investigadora.
Meli da cuenta de la violencia machista que impera en ambientes tan masculinizados como el de la actividad petrolera. “En estos modelos muy masculinos, muy del mandato del hombre… hay una serie de posibilidades de violencias. Pero más allá del riesgo del intercambio sexo económicos observé también una serie de violencias que tienen que vender con las violencias económicas en las relaciones”.
La antropóloga da cuenta sobre lo complejo que resulta el poder distinguir la actividad sexual consentida de la de una red de trata en el marco de explotación sexual: “Mi experiencia es que si está la posibilidad de entrar a un cabaret, eso permite identificar que hay situaciones consentidas y que hay redes de apoyo y de cuidado entre las mujeres. Ellas mismas vienen identificando cuando hay coerción, engaño o menores.”
Cabrapan Duarte aseguró que el Estado no está presente de ninguna manera en la contención o cuidado. “Está presente para castigar, perseguir y controlar. Tienen que ver con mas control sobre inmigrantes. Las mujeres dicen que estas formas de control en realidad las desprotegen y las vulneran aún más de lo que están” concluye.
