El diputado nacional Leopoldo Moreau alertó sobre el avance de la violencia política en Argentina y acusó a sectores de la oposición de “jugar al vacío institucional”.
El legislador radical dentro del Frente de Todos señaló que está en riesgo el pacto democrático nacido en 1983, según el cual nadie utilizaría el aparato institucional para perseguir, encarcelar o eliminar a un adversario político.
“La oposición traslada la violencia política de las calles al recinto de Diputados”, señaló, en referencia a las agresiones verbales y gesticulares de integrantes de Juntos por el Cambio contra la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau.
A algunos dirigentes “les cuesta mucho que una mujer sea presidenta de la Cámara de Diputados, entre otras cosas porque se están aprobando leyes de causas muy humanas”, afirmó Moreau.
Varios legisladores opositores, entre ellos Cristian Ritondo, Waldo Wolff, Mario Negri y Fernando Iglesias, protagonizaron incidentes golpeando las bancas, insultando a la presidenta de la cámara y haciendo gestos de violación.
“A la violencia política le agregan violencia machista, que es una forma de autoritarismo. Una persona que tiene una formación autoritaria, lo primero que hace es expresar su machismo, a veces en su casa y otras veces en la Cámara de Diputados”, señaló Moreau.
“Además –agregó- están muy preocupados por lo que pueda pasar en el consejo de la Magistratura, el organismo que elije y remueve jueces”, agregó.
En ese sentido, Moreau denunció que “la oposición sólo quiere defender con uñas y dientes a los jueces que puso a dedo Mauricio Macri y porque tienen temor de que se le acabe la impunidad al expresidente”.
Mencionó que el halo protector evita que avancen las causas graves como “espionaje a familiares del submarino ARA San Juan, el espionaje ilegal en la AFI, la causa del Correo Argentino, la causa del blanqueo a familiares de Macri, los parques eólicos y el envío de armas a Bolivia para convalidad al golpe de estado”.
“Hay un clima de violencia política en Argentina que pone el riesgo el pacto democrático que se fundó en 1983. Con Macri ese pacto se destruyó. Ese pacto nos compromete a que nunca más usaríamos el aparato del Estado para perseguir al opositor, denostarlo y mucho menos para encarcelarlo”, señaló.
Moreau recordó que como parte de esa violencia política “se inventaron causas, hubo connivencia con jueces y fiscales, se detuvo opositores… Esa violencia política llegó al punto más alto con el intento de asesinato a la vicepresidenta”.
En este sentido, denunció que “se quiere imponer a cualquier costo un plan económico” y reflexionó que la oposición “no necesita ganar una elección sino generar un gran desorden institucional, un clima de violencia institucional que incluya escraches, una mega devaluación, amenazas y la desestabilización del gobierno”.
Tras casi 50 años de militancia política, desde la dictadura hasta estos días, Moreau dijo que “desde el punto de vista institucional nunca vi un momento así, porque el peligro viene de adentro del sistema democrático, de un sector del poder judicial, de persecución del movimiento popular, de jueces que violan la Constitución.
Moreau reveló algo que nunca había dicho antes en medios públicos: “me consta que el entonces presidente Raúl Alfonsín jamás en seis años recibió a un juez o a un fiscal. Yo lo visité en Olivos no menos de 300 veces en seis años y nunca me crucé con un juez. Era impensado tanto por el Presidente como por los jueces”.
“Se puede tener jueces progresistas, liberales o conservadores, pero no se puede tener jueces que dependan de los grandes medios o de los grupos económicos. Hay jueces que le tienen miedo a los títulos del diario Clarín y los jueces que tienen miedo no pueden ser jueces”, señaló.
En cuanto a las causas judiciales “inventadas” como parte de esa violencia institucional, Moreau adelantó que “iremos a los tribunales internacionales. Llegaremos a la ONU con esta situación. En enero o febrero habrá novedades en este sentido”.
“Es imprescindible reconstruir el acuerdo y la convivencia democrática en Argentina. Estos sectores violentos no se pueden apropiar de la política de nuestro país”, concluyó.