Desaparición y muerte de joven indígena wichí

El 7 de noviembre Onofre Torres, un joven wichí de 27 años con retraso madurativo salió de su casa hacia el centro de Ingeniero Juárez a recoger botellas para reciclado como habitualmente solía hacer. Vivía en Barrio Belgrano, uno de los barrios indígenas de Ingeniero Juárez. Desde aquel día la familia no volvió a verlo. Un testigo relata a su madre que cerca de las 11 de la noche la policía, luego de golpearlo, lo llevó detenido a la comisaría por supuestas molestias en el pueblo. Otro testigo relata que a la 1 habían traído a Onofre, que fue encerrado en el calabozo donde fue además víctima de duras golpizas por parte de un efectivo policial, precisamente uno de los que había atendido a la madre horas antes. A raíz de las reiteradas irregularidades policiales la familia salió a buscarlo.

El día 14 la policía manifiesta haberlo encontrado muerto. La comunidad denuncia que la policía desapareció, asesinó y luego plantó el cuerpo de Onofre Torres en ese lugar. No sería la primera vez que situaciones de este tipo dicen, arremeten contra las comunidades de Ingeniero Juárez.

Ellos piden establecer un diálogo con Jorge Abel González, Ministro de Gobierno, Justicia, Seguridad y Trabajo de Formosa y el cese urgente de la violencia.

Exigen esclarecimiento ya de los hechos ocurridos e intervención de los organismos de DD.HH. en una zona que históricamente es zona liberada, donde se producen gravísimas y sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos.

Además solicitan urgente apoyo e intervención por parte de los Organismos de Derechos Humanos para hacer cesar los abusos policiales, para exigir la integridad psicofísica de las víctimas, sus familias y el pleno ejercicio de la Justicia, que se actúe a efectos de obtener la exoneración de la fuerza de quienes, a cargo de las comisarías, torturaron o permitieron que lo haga su personal subalterno y que los hechos de violencia racista y policial en Ingeniero Juárez, Formosa, por todos y todas conocidos desde hace años, puedan finalmente denunciarse a resguardo en tribunales nacionales como delitos de tortura.