En diálogo con Aire de Pueblo, Gabriela, asambleísta de El Algarrobo, Andalgalá, se refirió a los actos de violencia institucional que sufrieron sus integrantes en los últimos días. Describió cómo se fueron sucediendo los acontecimientos y explicó que a raíz de una falsa acusación y con mecanismos extraños, el gobernador de Catamarca decidió militarizar la zona.
Gabriela señaló que hace 11 años, todos los sábados los asambleístas caminan para manifestarse de forma pacífica en contra del proyecto minero ya que no existe licencia social para llevarlo adelante. Además remarcó que la experiencia vivida con la minera Alumbrera dejó como saldo la falta de agua y pueblos fantasmas a su alrededor.
Al ser consultada sobre los compañeros detenidos, la vecina de Andagalá manifestó su preocupación y calificó el uso de la fuerza como virulento y desmedido.
