COLUMNA DE OPINIÓN

“¿De cuánto estás?” (Semana del prematuro)

Pregunta clásica dirigida a toda mujer embarazada. Tiempo atrás las respuestas consignaban los meses y fracción (¿Recuerdan lo de las 9 lunas?). Con el tiempo, la ciencia médica creyó más importante estimar las semanas. “Una gestación Normal va de 37 a 41 semanas”, precisa.

 

Hay un problema que se cobra vidas: el de los nacimientos prematuros que, en nuestro país, comprenden a unos 60 mil bebés (En Mendoza la casuística es inferior al promedio nacional).  El parto prematuro es la principal causa de mortalidad neonatal y la segunda causa de mortalidad infantil en el mundo.

 

Mientras la ciencia médica investiga la incidencia de Males Modernos que afectan a los padres (estrés, tabaquismo, deficiencias  alimentarias, patologías previas, malos hábitos y otros) se concientiza sobre los buenos resultados de un trabajo conjunto entre la familia, los equipos de salud y la comunidad.

 

En 2010, desde el ámbito de Unicef, se lanzó el Decálogo de los Diez Derechos del Prematuro. Contempla aspectos tales como prevención durante el embarazo, derechos de los bebés prematuros a nacer, ser atendidos adecuadamente (y con visión de futuro), alimentados con leche materna, cuidados de la ceguera por retinopatía del prematuro y con acceso a programas especiales de seguimiento. Su familia tiene pleno derecho a la información y a la participación en la toma de decisiones sobre su salud a lo largo de toda su atención neonatal y pediátrica y él a ser acompañado por los suyos y, finalmente, goza del mismo derecho a la integración social que los nacidos a término.

 

A éste Decálogo le falta contención y ayuda profesional para las madres cuando pierden a su bebé prematuro. Es un momento de ilusiones destrozadas, muy duro, donde es necesario ayudarle a mitigar tan profundo e inesperado tormento. “¿Qué hacemos ahora, mi dulzura y yo, con dos pechos llenos, con dos pechos llenos, de leche y dolor?”. (Fragmento de la canción Era en Abril creada por Jorge Fandermole e interpretada por Juan Carlos Baglietto).

 

Por Roberto A. Bravo