A 17 años de la tragedia de Cromagnón, Aire Nacional realizó entrevistas especiales a un sobreviviente y a la madre de una víctima de la noche que golpeó fuertemente a una generación.
Augusto Campos pudo salvarse del infierno y brindó testimonio a la radio pública. Comentó que más allá del tiempo transcurrido, Cromagnón sigue interpelándonos cómo sociedad y a su generación dónde el rock funcionaba como punto de encuentro. Como acto reparatorio, Augusto y los nueve amigos con los que sobrevivió a sus 16 años del tremendo incidente del 2004, aboga porque la ex discoteca de Once se convierta en un espacio para la memoria y la cultura.
"Después de Cromagnón nos cerraron todos los espacios de encuentro, no desde una perspectiva del cuidado sino desde la persecusión", contó en referencias a las políticas públicas que se desarrollaron en torno a la tragedia. "La mirada joven no fue tenida en cuenta", lamentó.
Silvia Bignami, mamá de Julián, quien perdió la vida en el hecho, expresó sus sentimientos alrededor de la fecha. Si bien resaltó el trabajo y el sentir colectivo que acompaña la lucha por justicia se refirió a la "soledad" con la que se atraviesa el dolor.
"Las zapatillas siguen marchando" es el lema que empuja a Silvia y familiares de víctimas para que esa noche no se olvide: "hubo 124 muertes, miles de sobrevivientes, no fue un accidente, no fue una tragedia, fue responsabilidad del Estado", sostuvo.
"Es necesario seguir estando en las calles", consideró y repasó cada una de las acciones políticas y penales que deberían concretarse para que la reparación sea real. El reclamo de expropiación y de constitución de espacio para la memoria del edificio es una de las principales demandas.
