“Hay que transformar los planes sociales en trabajo”. Así dice un enunciado repetido hasta el infinito. Arturo Jauretche bien podría decir que se trata de una nueva zoncera, toda vez que oculta evidencias empíricas que lo desmiente. Por ejemplo, investigaciones basadas en la Encuesta Permanente de Hogares demuestran la magnitud de la Economía Popular, conformada millones por trabajadores y trabajadoras cuya actividad laboral es tan concreta como carente de remuneración acorde su utilidad y servicio social; de derechos e incluso de reconocimiento. De esta ignorancia surge el prejuicio entre social y racial que dice “el planero no trabaja”. Y sí trabaja, mucho mas que sus críticos y en condiciones incomparablemente mas desfavorables.
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