Un proyecto de la FAUBA consiguió remediar aguas contaminadas con arsénico. La tecnología se basa en el uso de carbón de una caña de bambú nativa. Apuntan a producirlo comercialmente para abordar este problema sanitario.
La docente de Botánica General de la FAUBA y Directora del proyecto, Andrea Vega, en diálogo con Nunca es Tarde, reconoció que “con 1 gramo de biocarbón obtenemos 1 litro de agua segura para consumo humano”.
Vega agregó que “Guaduar apunta a sanear aguas contaminadas con arsénico. Para eso trabajamos con un bambú nativo del país, Guadua chacoensis. Lo que hacemos es fabricar biocarbón a partir de cañas de descarte, y modificarlo químicamente para que adsorba mejor este elemento”.
El arsénico (As) contamina las napas freáticas y puede causar la enfermedad HACRE. En la Argentina, 6,4 millones de personas carecen de acceso a agua potable de red y en al menos 18 de nuestras 23 provincias se encuentran niveles de As en aguas para consumo humano muy superiores a lo que recomienda la OMS.
Por eso, el proyecto Guaduar —incubado en la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA)— generó un biocarbón de bambú y un dispositivo de filtrado capaz de extraer hasta el 100% del arsénico en aguas contaminadas. El proyecto avanza en la producción de bambú y biocarbón en Misiones y busca difundir la tecnología en regiones afectadas.

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