A partir de la hospitalización de un niño de 10 años que fue golpeado por su madre, el investigador Sebastián Garrido remarcó que “con el castigo físico se cree que se evitan determinadas conductas”.
En diálogo con Nacional Informa, el especialista sostuvo que con esta práctica, “en realidad, lo que hace el niño es desarrollar estrategias para evitar el castigo, pero no lo internaliza". "Hay varias prácticas. La autoritaria es la que más consecuencias tiene y en la que prevalecen los castigos", explicó Garrido.
“Hay que pensar las prácticas parentales. No sólo involucran a la madre o el padre, sino también a cualquier otro cuidador o cuidadora que lleve a cabo la tarea de cuidado. Si bien no existe una predominante, sino que hay coexistencia”, especificó.
“Hay democráticas, negligentes, permisivas, autoritarias. Al analizar cada una de ellas se pueden tomar decisiones concretas. Quienes llevan a cabo las autoritarias son la que buscan la obediencia específica. Pueden ser físicas o psicológicas”, finalizó.
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