Pagar con billetes o tarjetas ya no es la única opción, y para muchos, ni siquiera la más práctica. Cada vez es más habitual ver a alguien sacar su celular, escanear un QR y resolver una compra en cuestión de segundos.
Lo que parecía exclusivo de algunos negocios tecnológicos, hoy es parte del día a día en carnicerías, verdulerías, librerías y todo tipo de comercios.
Los pagos digitales, en especial con QR, están redefiniendo los hábitos de consumo en Argentina: el efectivo empieza a quedar en un segundo plano, mientras lo digital gana protagonismo en cada rincón del país.
Las cifras de los pagos con QR
Durante 2024 cada persona adulta realizó en promedio más de 28 pagos electrónicos por mes, lo que representa un crecimiento del 45% con respecto al año anterior, según el último informe del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Sin embargo, a pesar de que todas las formas de pagos digitales avanzan, el código QR interoperable se convirtió en el verdadero protagonista.
En marzo de este año se realizaron más de 74 millones de operaciones por un total de $1,3 billones, con un crecimiento interanual de casi el 100% tanto en cantidad de transacciones como en montos.
Este avance es parte de una tendencia regional y global, pero en Argentina cobra una fuerza especial: lidera el ranking de América Latina en uso de billeteras virtuales, con el 31% de las operaciones de comercio electrónico y el 18% de los pagos en puntos de venta físico, el dato lo confirma el último Global Payments Report de Worldpay, que posiciona al país por encima de Brasil y México.
La importancia de la interoperabilidad
La interoperabilidad - es decir, la posibilidad de pagar en cualquier comercio con cualquier billetera digital - fue una de las claves para acelerar este fenómeno.
Desde fines de 2022, todos los códigos QR en Argentina deben ser compatibles entre sí, lo que derribó barreras entre bancos y fintechs, y abrió la puerta a una adopción masiva del sistema. Ahora, con un simple escaneo desde la app del celular, los usuarios pueden pagar desde su cuenta bancaria, tarjeta prepaga o saldo en billetera, sin necesidad de dispositivos costosos ni terminales físicas para los comercios.
"El QR interoperable es una revolución silenciosa que está cambiando profundamente la forma de pagar en Argentina. Es rápido, seguro y fácil de usar. La interoperabilidad hizo que sea accesible para todos", explica Martín Luchetti, economista especializado en medios de pago digitales y transformación financiera.
Además, agregó que lo más interesante de este fenómeno que no está limitado a las grandes ciudades: "lo vemos en kioscos, ferias, almacenes. Es transversal".
Las fintech lideran la tendencia
En este nuevo escenario, las fintechs jugaron un papel fundamental. Empresas como Reba y Naranja X están liderando este proceso con propuestas centradas en la simplicidad, el acceso y los beneficios concretos para los usuarios.
Desde Reba, su Business Manager Vanesa Di Trolio señala que el crecimiento del QR fue notorio desde el inicio.
"Ya superamos las 150.000 operaciones hechas con QR en nuestra app. Lo usan personas de todas las edades, porque es cómodo, rápido y seguro. Eso facilita la inclusión financiera real, sin importar si tienen cuenta bancaria o no", afirma.
Reba también ofrece a sus usuarios una tarjeta Visa digital desde el momento en que se registran, además de préstamos personales y créditos que se otorgan en tiempo récord.
"Superamos los 10.000 préstamos otorgados desde la app. Lo que vemos es que la gente busca experiencias simples y ágiles. Nuestro objetivo es ofrecer una solución completa, clara y transparente", agrega.
Por su parte, Naranja X también observa una aceleración en el uso de su billetera digital, especialmente en comercios físicos, supermercados, gastronomía y el comercio electrónico.
Su Chief Business Development Officer, Sofía Arrobas Lassalle, destaca que la interoperabilidad y las políticas del gobierno están impulsando la adopción.
"Las medidas que fomentan la digitalización de pagos, como la posibilidad de pagar con QR incluso en el transporte público o usar la SUBE desde billeteras, son claves. Abren nuevas oportunidades, especialmente en sectores donde el efectivo era dominante", explica.
Además, destaca que Naranja X se enfoca en brindar una experiencia de uso simple, con promociones, cuotas y reintegros, además de educación financiera desde la propia app.
Algunas causas
El contexto económico también es un motor de este cambio, la inseguridad asociada al uso de efectivo, el crecimiento del e-commerce y el avance de las tecnologías digitales empujan a los consumidores hacia soluciones más ágiles y seguras.
Según el BCRA, las transferencias inmediatas "push" crecieron un 28% interanual y alcanzaron los $53,6 billones, y las operaciones en dólares también crecieron más de un 90% con respecto al año anterior.
Mientras tanto, el uso de efectivo muestra un retroceso: si bien aún se realizan más de 60 millones de extracciones por mes desde cajeros automáticos, su peso relativo en la economía cae frente al avance de los pagos digitales.
"La transformación es irreversible", sostiene Luchetti. "Estamos viendo cómo la población abandona el efectivo no por imposición, sino por conveniencia. La interoperabilidad, la digitalización de servicios públicos y la accesibilidad de las fintech están cambiando el juego. Y eso es algo que no se detiene".
Con más de 76 billeteras interoperables registradas y una oferta en crecimiento, Argentina está marcando el ritmo del cambio en América Latina.
Las proyecciones internacionales señalan que, hacia 2030, el efectivo representará menos del 10% de las transacciones en las principales economías del mundo, mientras que las billeteras digitales superarán el 40% del total.
Si la tendencia actual continúa, es muy probable que Argentina se convierta en uno de los primeros países de la región en alcanzar ese objetivo.

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