En respuesta al creciente número de casos de faringitis aguda, la infectóloga pediátrica, Anelén Benítez, trabajadora del Hospital Zonal Esquel, ofreció su perspectiva en una entrevista para Radio Nacional, donde destacó la importancia de que los pacientes superen la enfermedad sin complicaciones.
La faringitis aguda es una inflamación de la garganta que puede provocar dolor, dificultad para tragar y malestar general. Ante el incremento de los casos, la especialista resaltó la necesidad de tomar medidas de prevención cruciales para proteger nuestra salud. Informó que en esta época del año se registra un aumento en la cantidad de casos de enfermedades invasivas causadas por estreptococos. Esta situación ha llevado a la emisión de una alerta epidemiológica reciente. Las enfermedades invasivas causadas por estreptococos son aquellas en las que las bacterias del grupo Streptococcus penetran en el torrente sanguíneo o en tejidos profundos, lo que puede resultar en afecciones graves como la neumonía, la meningitis o la fascitis necrotizante.
La emisión de la alerta epidemiológica busca poner en conocimiento a la población sobre la importancia de tomar medidas preventivas y estar atentos a los síntomas. Estos pueden incluir fiebre alta, dolor de garganta intenso, dificultad para tragar, enrojecimiento de la piel, inflamación de ganglios linfáticos y malestar general.
En primer lugar, la Dra. Benítez, enfatizó la importancia del lavado de manos frecuente como una medida básica pero efectiva para prevenir la propagación de infecciones, incluida la faringitis. El lavado adecuado de manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos puede ayudar a eliminar los gérmenes que se transmiten por contacto. Además, destacó la relevancia de la ventilación adecuada en los espacios de los hogares. El aire fresco y la circulación adecuada ayudan a reducir la concentración de posibles agentes infecciosos en el ambiente, disminuyendo así el riesgo de contagio.
La experta también recomendó evitar el contacto cercano con personas enfermas y cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, utilizando un pañuelo desechable o el codo flexionado. Estas medidas ayudan a prevenir la propagación de la enfermedad y protegen tanto a los demás como a nosotros mismos.