Dirigió un mensaje a los sanjuaninos San Juan

Asumió el Gobernador Marcelo Orrego

Este domingo Marcelo Orrego asumió la máxima magistratura de la provincia, acompañado por los funcionarios que formarán parte de su gabinete, familiares e invitados especiales. De esta manera, Orrego es el séptimo gobernador electo por el voto popular, que regirá los destinos de la provincia desde que en 1983 se reinstaura la democracia en la Argentina.

Inicialmente, el dirigente de 48 años, dio su juramento de rigor en la Legislatura Provincial, en el marco de una sesión especial presidida por el también flamante vicegobernador, y presidente de la Cámara de Diputados, Fabián Martín.

Comenzó su discurso agradeciendo a cada una de las autoridades presentes, y diciendo “hoy me presento ante ustedes con un sentimiento de humildad y responsabilidad inmensa, consciente del honor que me han conferido al permitirme servirles como gobernador de San Juan”.

“No solo es el cargo lo que asumo hoy, sino el compromiso ineludible de trabajar incansablemente por y para cada uno de los sanjuaninos”, sostuvo el Orrego.

De cara a los primeros días de mandato, el gobernador electo aseguró que “vamos a profundizar el diagnóstico, ya con acceso a toda la información disponible, y nos comprometemos a dar a conocer el estado de situación en el que recibimos la provincia”.

Además, se refirió al estado en el que encuentra la provincia y sostuvo “no me va a temblar la mano para tomar las medidas necesarias para afrontar estas problemáticas y hacer lo que San Juan necesita”.

Visiblemente conmovido por la ceremonia, cerró su discurso invitando a cada sanjuanino a la unión, “porque juntos podemos superar cualquier desafío”, dijo. Y agregó “vamos a gobernar para transformar, cambiar y desarrollar esta bendita tierra que nos toca compartir”.

Una vez finalizada la ceremonia protocolar, el flamante gobernador y la comitiva que lo acompañó, se dirigieron caminando hacia el Teatro del Bicentenario, donde el gobernador electo recibió la banda celeste y blanca, que lo distingue como jefe del Estado provincial y el bastón de mando, que simboliza el poder.