Por Fabian Codevilla
Lluvia de aplausos para Fernando "Puma" Martínez, que derrotó en Las Vegas, por decisión unánime, al filipino Jerwin Ancajas, despojándolo del título y ganando el cinturón supermosca de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), de la mano de Chino Maidana Promotions, logrando una hazaña histórica para el boxeo argentino.
Temperamento, audacia, coraje y valentía del “Pumita” para fajarse desde el primer round con un campeón noqueador muy sólido como Ancajas. En un peleón, el invicto argentino, que ostenta un palmarés de 14-0, 8 KOs derrotó, al cabo de 12 asaltos, al filipino con presenta un récord de 33-2-2, 22 KOs y que no perdía desde 2012, arrebatándole el campeonato mundial con tarjetas que marcaron: 117-111, 118-110 y 118-110. La humildad de Fernando y su dedicación dieron sus frutos, demostró guapeza, corazón y un boxeo de excelencia. Totalmente merecido el triunfo del forjado en Dock Sud, tras una gigantesca actuación y ante un gran campeón como el filipino, para que Argentina sume un nuevo campeón del mundo en una pelea que puede estar entre las mejores del año por su desarrollo y la calidad impuesta por el entrenado y manejado, a la vieja usanza, por el profesor Rodrigo Calabrese.