Cecilia González Bonorino, asesora del Ministerio de Desarrollo Productivo e integrante del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) brindó detalles sobre el informe realizado para el cuarto trimestre de 2020 en el marco del trabajo remunerado que realizan mujeres en casas particulares.
Durante el cuarto trimestre del año pasado cerca de 1,15 millones de personas realizaron trabajo doméstico remunerado en casas particulares, un 21,6 por ciento menos que en el mismo período de 2019. Eso significa que 317.947 personas perdieron su empleo en apenas un año, según un informe de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav).
González Bonorino, explicó ante Ronda Federal que “el servicio doméstico es una de las actividades más importantes entre las mujeres, pues es donde tienen mayor participación, como se trata de una actividad con un alto nivel de informalidad (69,5 por ciento), solo el 1,5 por ciento de las personas que perdieron su empleo en el servicio doméstico cobró un seguro por desempleo”, dijo.
A su vez, las cifras demuestran que la situación de las trabajadoras en casas particulares se volvió aún más vulnerable por el impacto de la pandemia respecto a lo que era antes.
El trabajo doméstico remunerado tiene gran peso en la estructura ocupacional y cumple un rol fundamental en el sostenimiento de la organización social del cuidado, ya que provee servicios que son esenciales para el desarrollo y bienestar de las personas, en un sistema público que satisface estas necesidades de manera insuficiente o deficiente. Sin embargo, los especialistas coinciden en que su contribución no tiene el reconocimiento que merece.
Por último, la docente dejó en claro que las trabajadoras registradas, sin importar el monto que perciban, podrán cobrar una Asignación Universal por Hijo (AUH) o una Tarjeta Alimentar.
