En una entrevista con Nicolás Yacoy en "Vuelta en el Aire", el analista internacional Alejandro Corbacho, director del Observatorio de Seguridad y Defensa de la UCEMA, desglosó las complejidades del enfrentamiento directo entre Israel e Irán.

Corbacho puso el foco en el desequilibrio de capacidades, la evolución de las estrategias de ataque iraníes y el delicado rol que juega Estados Unidos en la región.

El analista destacó que, si bien Israel cuenta con una capacidad militar superior, la experiencia de conflictos recientes, como la guerra ruso-ucraniana, demuestra que "no es fácil derrotar a un país organizado".

A pesar de la ventaja tecnológica israelí, Corbacho advirtió que esta brecha "puede subsanarse en algún momento", señalando que misiles iraníes ya han logrado sortear las defensas y afectar a la población israelí.

Corbacho analizó las diversas  estrategias aplicadas por ambos países.

Mientras que las acciones de Israel hacia Irán suelen estar "teledirigidas a determinados objetivos", las de Irán a menudo parecen "más destinadas a causar miedo y pánico en la población general". Sin embargo, el historiador puntualizó una evolución reciente: "últimamente hubo una serie de ataques iraníes con misiles más desarrollados, aunque en menor cantidad, dirigidos a centros de investigación o bases militares, y no solo contra la población en general". Este cambio sugiere una posible sofisticación en los blancos elegidos por Irán, más allá del terror psicológico.

Un punto central de la conversación giró en torno a la cautela que, según Corbacho, debería mantener Estados Unidos. "Trump dijo que no se iba a meter en este conflicto complejo", recordó, enfatizando que "no sería bueno que Estados Unidos se involucre".

El analista internacional fue enfático al advertir sobre los peligros de una intervención que busque "descabezar sociedades", como ocurrió en Afganistán e Irak.

Corbacho sostuvo que los líderes involucrados "juegan peligrosamente con sus declaraciones", lo que puede "agrandar los procesos" y conducir a un desenlace negativo. La lección de Irak es clara: generar un vacío de poder en un país unificado como Irán "termina generando un conflicto aún mayor dentro del país". La expectativa de que "una guerra esperando que el conflicto interno lo destruya, eso no va a pasar", cerró Corbacho, subrayando la necesidad de una aproximación prudente y el reconocimiento de la cohesión social iraní frente a injerencias externas.