En un informe del espacio Géneros y Diversidad del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda, Andrea Salanitri, Licenciada en Economía y máster en Políticas Públicas detalló en Radio Nacional Resistencia, aspectos del mismo: “la desigualdad se ve en muchos aspectos de la vida, lo laboral, lo económico, en las tareas de cuidado. En la distribución de actividades económicas al final siempre se vuelve a lo mismo: cuando ingresamos al mercado laboral también lo hacemos en el rol de cuidado, eso sucede con más de la mitad de las mujeres y habla de la estructura social, histórica y cultural, sucede en las casas y se replica en el mercado laboral”, indicó.
En charla con Silvia Villavicencio, Salanitri agregó: “el sector más feminizado es el del cuidado y la mujer, hay que decir que en el sector de la construcción, agricultura y transporte tiene menos del 10% de participación y esto es claramente cultural, porque no hay restricción alguna. La mujer siempre ingresa a las mismas áreas, y lo mismo sucede con los varones. En los lugares jerárquicos, que es un aspecto focal de nuestra investigación, siguen siendo los varones los que más los ocupan, excepto en educación donde hay directoras y secretarias que toman decisiones, pero cuando las mujeres logran esos puestos, los varones tienen mayores salarios. En el sector productivo es donde las mujeres entran en el sector de cuidado y de servicios, esto es empírico y hay que discutirlo, más allá de las políticas públicas, la sociedad es la que tiene que hacerlo. Al tener tantas horas de cuidado no rentado, cuando van al sector laboral tienen menos horas disponibles. Nuestro trabajo se orienta a un proceso más largo que es lo cultural, hay que visibilizar la problemática y brindar herramientas tanto para los hombres como para las mujeres, es un proceso largo que debe efectuarse. Si la mujer tiene que hacerse cargo de los niños, enfermos y adultos y cuando ingresa al mercado laboral tiene problemas, es el Estado el que de intervenir”, expresó.