Familiares y organizaciones sociales denuncian una red de complicidades que incluye a la Justicia y la empresa. La causa por el secuestro y desaparición del joven trabajador golondrina Daniel Solano, en Río Negro, se encuentra en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que debe resolver si continuará actuando la Justicia rionegrina o pasará al fuero federal.
Daniel Solano junto a un grupo de trabajadores viajaron al sur en 2011, para a la cosecha de manzanas y peras en la localidad de Lamarque, en el centro de Río Negro, contratado por la empresa Agrocosecha, que subcontrataba para la multinacional Expofrut.
Allá las cosas no resultaron como pensaba. Vivía hacinado y le pagaron mucho menos de lo acordado, por eso hizo un reclamo ante el capataz y habló con sus compañeros para organizarse y hacer respetar el pago prometido.
Pocas horas después desapareció desde el boliche Macuba, al que había ido con otros compañeros. A las 3 de la madrugada, sin que hubiera motivos aparentes, unos policías lo sacaron del boliche, lo golpearon y lo subieron a una camioneta. Fue la última vez que se lo vio.
El abogado de la familia Solano, Segio Heredia, indicó que los plazos judiciales son excesivos:
