Rosario Central fue el que festejó en una tarde sin público. Sin fervor. Con la pasión a cuentagotas de unos hinchas que "alquilaron" el techo de una casa en Sarandí para ver una parte de la cancha. Asi se jugó un clásico con gran historia en la "desnuda" cancha de Arsenal.

El equipo del "Patón" Bauza ganó 2 a 1 y se clasificó para la final de la Copa Argentina instancia en la que enfrentará al sorprendente Temperley, el verdugo de San Lorenzo... y de Claudio Biaggio.

Lo cierto es que Newells cierra un semestre para el olvido. Es cierto que venía de un leve repunte en la Superliga, pero perder el clásico es un "golpe al mentón".

Después de un primer tiempo discreto, Central fue más profundo en el complemento y "pegó" dos veces, en pocos minutos, en el arco de Aguerre. A los 17 Herrera y a los 23 Zampedri no se equivocaron para sellar una ventaja que Newells recién tuvo chances de achicar en el descuenco con un zurdazo de Torres. Antes, poco...

El ganador terminó con 10 jugadores, por la expulsión de Carrizo, mientras que el rojo y negro vieron la roja Paredes y Bernardello.

Las cosas del clásico. Central que venía de dos derrotas en fila, una más dura que otra (0-4 ante Unión y 1-2 contra Patronato, más allá del empate con Boca) toma aire. En cambio, a Newells, que venía de derrotar a Tigre (2-0) y Argentinos (2-0), se le puso en la cabeza una nube negra y le empezó a llover...