El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) estableció este viernes un nuevo esquema para las campañas de vacunación contra la fiebre aftosa en bovinos y bubalinos.
La medida busca optimizar los costos del sector ganadero sin comprometer la sanidad animal ni el estatus internacional de “zona libre con vacunación”, que mantiene Argentina desde 2006.
El anuncio había sido adelantado el jueves por el ministro de Economía, Luis Caputo, quien destacó que los cambios permitirán un ahorro aproximado de 25 millones de dólares para los productores.
“Este conjunto de medidas generará una reducción de 16 millones de dosis sin comprometer el comercio internacional”, sostuvo el funcionario en sus redes sociales.
Entre las principales modificaciones figura que, desde la segunda campaña de 2026, dejarán de vacunarse vaquillonas, novillos y novillitos, categorías que ya cuentan con inmunidad suficiente.
Según el Gobierno, esa decisión implicará unas 14 millones de dosis menos y un ahorro estimado en 22 millones de dólares.
Además, los establecimientos de engorde a corral quedarán exceptuados de la primera campaña, lo que reducirá casi 2 millones de dosis adicionales y permitirá un ahorro cercano a 3 millones de dólares.
La resolución también introduce cambios operativos: fija que las campañas no podrán extenderse más de 60 días —con excepción de hasta 90 para algunas jurisdicciones— y que los procedimientos deberán registrarse en el Sistema Integrado de Gestión de Sanidad Animal (SIGSA), mediante el Acta de Vacunación Única, en papel o a través de la aplicación móvil SIGSA App Vacunación.
El plazo máximo para cargar los datos será de siete días desde la finalización de las tareas.
Asimismo, se incorporan nuevas definiciones, como vacunación total, parcial y estratégica, y la figura del “Acta Cero” para documentar la ausencia de existencias en un establecimiento.
También se establece la prohibición de mover hacienda mientras dure la campaña, salvo traslados a faena inmediata, y se prevén excepciones para guacheras comunitarias y corrales de engorde.
La Resolución 711/2025, firmada por la presidenta del Senasa, María Beatriz Giraudo Gaviglio, deroga normativas anteriores dictadas entre 2002 y 2013, con el objetivo de actualizar y unificar el marco regulatorio.
Con este nuevo esquema, el Gobierno apunta a mantener los estándares sanitarios, reducir costos y simplificar los procedimientos para el control de la fiebre aftosa en todo el país.

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