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Alertan sobre riesgo de extinción crítica de una planta que solo crece en Misiones

La HEDEOMA teyucuarensis, conocida como “mentita campera”, es una planta herbácea, aromática, que crece en pastizales de la colonia Teyú Cuaré, departamento de San Ignacio, Misiones, en la Reserva Natural Osununú, área protegida por la Fundación Temaikén.

En esa zona solo queda una planta silvestre y los expertos y proteccionistas afrontan dificultades para su reproducción, por lo que la mentita campera ya se encuentra en la red list de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), por considerarla como especie en peligro crítico de extinción.

La mentita campera tiene sabor alimonado, es utilizada por los colonos para saborizar el mate y el tereré, y sus raíces como digestivas y para eliminar parásitos.

El biólogo coordinador del Programa Selva y Pastizal de la Fundación Temaikén, Jerónimo Torresín, contó a Radio Nacional que la planta se conoció “en 2009, pero se publicó para la ciencia como especie nueva, con nombre científico, en 2016”.

“En 2009 se encontraron 13 plantitas de la mentita campera. La encontró el botánico Héctor Keller, la describió y se publicó”, afirmó y explicó que en esa oportunidad el botánico “encontró 9 especies nuevas con microendemismo (solo crecen en ese lugar), pero la que corre mayor riesgo de extinción es la mentita”.

Forma parte de nueve en riesgo. Una de ellas fue descubierta por Horacio Quiroga

Esa zona se encuentra cerca de la casa que habitó el escritor Horacio Quiroga, y Torresín reveló que “una de esas 9 especies había sido encontrada y descrita por Quiroga, la HYPTIS australis”.

La última de ese grupo de 9 especies descubiertas en 2009 “es una campanilla, rastrera, que se describió científicamente y se publicó el lunes pasado”.

El experto relató que “una vez que se descubrieron, la Fundación Temaikén se hizo cargo de su protección. Se trabaja en la recolección de semillas y tratamos de reproducirlas y multiplicarlas para generar nuevos individuos”.

Pero, en el caso de la mentita campera, afrontan dificultades para su reproducción, por lo que intervienen otros actores que intentan conseguir nuevos individuos para evitar su extinción: entre ellos el INTA de Castelar, el Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio), el Ministerio de Ecología de la provincia y la facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Nacional de Misiones (UNAM).

“Esta cantidad de actores aparecen porque no conocemos la planta y está siendo muy difícil la germinación”, advirtió Torresín y manifestó que “ahora no tenemos semillas, las tiene el Jardín Botánico Carlos Thays, IMiBio y el INTA de Castelar”, que buscan reproducir la planta.

“De 1.000 semillas, germinan 30 plantitas. Estamos tratando de conocer cómo germinan y cada actor aporta conocimiento. Este año hemos plantado unas 60 nuevas plantitas entre abril y julio. Y de las 13 descubiertas en 2016, en 2024 quedaba un solo individuo. Esto es producto de las grandes sequías, incendios y también otros factores como las hormigas que atacan las plantas”, contó.

Torresín destacó que las únicas semillas de la mentita campera que germinaron se encuentran en el Jardín Botánico Carlos Thays.

Y explicó que “en abril del año pasado hicimos la primera plantación de 45 de las que se habían reproducido en vivero. Y en julio de este año, 60”.

 

La mentita en el Jardín Botánico Carlos Thays de la Ciudad de Buenos Aires

Maximiano König, del área de Ciencia y Técnica del Jardín Botánico Carlos Thays contó que “nosotros recibimos las semillas de tres genéticas diferentes, de tres individuos de la misma especie”.

“Intentamos con eso hacer tres tratamientos diferentes, para uno de ellos inventamos un sustrato. Y a su vez conseguimos los datos metrológicos de los últimos 30 años de la zona, para ver cómo había variado la temperatura, la humedad, la luminosidad. Imitamos eso en una cámara de germinación que tenemos, donde podemos controlar la temperatura y la luz”, precisó.

König manifestó que “la idea es obtener información y que germinen las plantas”, y señaló que “hasta ahora no hemos tenido mucho éxito. Al día de hoy tenemos 20 plantas ya crecidas, de 5 centímetros, que todavía están en la cámara, en condiciones controladas”.

 

De Carlos Thays a Horacio Quiroga

Torresín contó que la Reserva Natural Osununú, donde crece la mentita campera, se encuentra en inmediaciones de la casa donde vivió Quiroga.

“El naturalista francés, Carlos Thays, fue el primer dueño de la reserva, se la dieron como parte de pago cuando diseñó el Parque Nacional Iguazú”, dijo.

Y afirmó que “Thays, después, vendió la Reserva a Darío Quiroga, hijo varón del escritor, y a su hija mujer, Egle Quiroga. Y allí fue donde vivió el escritor”.