El Gobierno amplió la forma de garantizar los requisitos de calidad y seguridad que deben cumplir siete clases de productos de consumo: encendedores, anteojos para sol, bicicletas de uso infantil, juguetes, tableros derivados de la madera de fibras y de partículas y muebles fabricados con dichos tableros.
Según la Resolución 313/2025 de la Secretaría de Industria y Comercio, publicada este miércoles en el Boletín Oficial, se aceptarán certificaciones de seguridad de organismos reconocidos a nivel mundial.
Así, dejará de ser obligatorio duplicar en el país controles ya realizados en el exterior; y se actualizarán normas que en algunos casos tenían más de veinte años de antigüedad.
En su cuenta en X, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, resaltó: "FIN DEL SOVIET. La Resolución 313/25 empieza a cerrar un trabajo monumental que durante el último año hicieron: la eliminación o simplificación de lo que se conoce como Reglamentos Técnicos".
Los Reglamentos Técnicos son documentos con especificaciones requeridas para ciertos productos.
"Solo un trasnochado académico puede pensar que el Estado tiene la capacidad de decirle al mercado como producir cada cosa", afirmó Sturzenegger.
Según el ministro, "me hace acordar a cuando los militares exigían que las cabezas de ajo tuvieran cierto tamaño".
El resultado, agregó, "una parafernalia de regulaciones y exigencias que nadie sabía si el mercado valoraba o necesitaba y que a la postre se convirtieron en una infranqueable barrera paraarancelaria que encarecía los productos de los argentinos. ¿O por qué piensan que los juguetes en Argentina cuestan lo que cuestan?".
“Lo de hoy aborda de los últimos que necesitaban simplificación o eliminación”, explica.
Por ejemplo, precisa, se pedía el grabado de anteojos, se pedían certificados locales para cada juguete que se importaba, o carísimos tests para muebles y maderas.
“A partir de la resolución desaparece el grabado de anteojos, se aceptan certificados internacionales en juguetes, se especifican productos que la madera no puede usar pero eliminando la necesidad de tests previos para cada producto”, resaltó Sturzenegger.
“No solo se da más libertad para comerciar y producir, también se eliminan unos 12.000 trámites anuales en la Secretaría de Comercio: saquen la cuenta de los costos, porque a la postre, los pagábamos todos nosotros”, enfatizó.
En definitiva, completó, "vamos avanzando para sacar a nuestro país del sistema soviético de producción y movernos al de una economía más libre, próspera y con mejor calidad de vida que es lo que nos pide el Presidente. VLLC".
