Entrevista a Flavia Marcos

Lavedog: la estación de baño para perros que evita ensuciar tu departamento

Flavia Marcos, traductora pública y madre de tres, detectó una problemática frecuente en barrios porteños como Flores: bañar a las mascotas en departamentos pequeños puede ser complicado y desordenado. Frente a esa necesidad, junto a su esposo Pablo Galloni decidieron lanzar un emprendimiento innovador que combina practicidad y confort para tutores y mascotas por igual. Esta iniciativa se traduce en una estación de baño autoservicio, bautizada como Lavedog, que ya está en funcionamiento en Buenos Aires.

 

En comunicación con el equipo de Ramos generales, Flavia puso en valor el enfoque empático tras Lavedog, destacando que buscaron dar solución tanto a una necesidad cotidiana como a una experiencia amigable para los animales. También remarcó el rol clave del ingenio profesional de su esposo en la construcción de la máquina, y la importancia del estudio de mercado previo para fundamentar el proyecto.

El sistema que desarrollaron permite bañar a las mascotas en tres pasos —enjabonado, enjuague y secado— en apenas 7 minutos para perros pequeños o medianos, y hasta 20 minutos para perros grandes o de pelaje largo. La máquina está diseñada con elementos pensados para evitar esfuerzos físicos, como rampas, altura acorde y sujeción segura para cada mascota. Además, el local ofrece un ambiente agradable y relajado, con áreas externas para espera, delantales de uso único, toallones lavados diariamente y desinfección constante, junto a snacks y un entorno pensado para generar una experiencia completa para el tutor y su perro.

La idea surgió tras observar la realidad cotidiana en su entorno, donde muchos dueños de mascotas no contaban con espacio apropiado para higienizar a sus perros. A partir de consultas a vecinos y referentes locales, además de revisar iniciativas similares en el exterior, Flavia y Pablo definieron un modelo adaptado al contexto porteño: un local luminoso y ordenado, organizado con áreas específicas para espera, lavado, secado y premios; y una máquina propia, eficiente y pensada en cada detalle. Con una inversión inicial de unos 20.000 dólares, incorporaron elementos complementarios como café para quienes esperan y la comodidad de turnos online.