Acompañar el final de la vida de un animal de compañía sigue siendo, para muchos, un tema silenciado. Aunque el vínculo humano-animal se ha transformado profundamente en las últimas décadas, el dolor por la pérdida de una mascota sigue siendo subestimado. Sin embargo, para muchas personas, ese duelo es real, profundo y transformador.

Gisela Zeballos, comunicadora animal y exinstrumentadora quirúrgica, dialogó con el equipo de Ramos generales y explicó que su vocación actual surgió tras atravesar una experiencia personal muy fuerte: la pérdida de un cachorro rescatado. Aquel dolor la empujó a explorar nuevas formas de comprensión del vínculo con los animales, y a generar un espacio donde el duelo tuviera lugar, contención y respeto.

"Cuando ellos se van nosotros tenemos que cambiar nuestra vida, porque con ellos tenemos una rutina. Es volver a aprender a vivir ahora sin ese ser, que muchas veces tenemos un vínculo muy fuerte y profundo, y eso hace que el duelo sea más doloroso", expresó.

Zeballos acompaña actualmente a personas que transitan la enfermedad o la muerte de sus animales. Según describe, no se trata solo de “mascotas”, sino de miembros plenos de una familia, con quienes se comparte intimidad, rutinas y afectos irremplazables. En ese marco, muchas veces el entorno no está preparado para validar el sufrimiento ni para ofrecer palabras que ayuden a transitarlo.