A una semana del centenario del nacimiento del compositor y cantante Horacio Guarany, figura poderosa y popular en el folclore, el Auditorio de Radio Nacional colmado lo saludó anoche con un homenaje en el marco del Ciclo Sadaic protagonizado por las grandes voces femeninas de Nadia Larcher, “Bruja” Salguero, Anabella Zoch, Mónica Abraham y Romina Pugliese.
El quinteto de intérpretes dotó de matices a un cancionero tan impactante como efectivo y presente en la memoria colectiva que ejecutó de manera eficaz un trío dirigido por el guitarrista Hugo Casas (además de productor de los últimos 10 discos de Guarany) y también integrado por Jorge Giuliano (guitarra) y Julián Castro (bombo).
Con el aforo sobrepasado, lo que obligó a agregar sillas plásticas a las de metal y madera propias del Auditorio, el legado de Guarany y el diverso talento de quienes lo reinterpretaron, generó una emocionante y atractiva cita.
La tercera velada del año del espacio que la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música sostiene en la hermosa sala del segundo piso de la emisora pública, con entrada libre y transmisión en vivo a través de Nacional Folklórica 98.7, comenzó con las presencias de Eugenio Inchausti y Miguel Ángel Robles (dos de los directivos de la entidad organizadora) quienes le entregaron un reconocimiento a Griselda Reato, segunda esposa del músico.
Casi una hora más tarde, el tributo al artista nacido bajo el nombre de Eraclio Catalín Rodríguez Cereijo el 15 de mayo de 1925 en la localidad Las Garzas del chaco santafesino, sumó en el escenario las presencias de dos de sus hijos: Horacio “Guaraní” Rodríguez y Virginia Rodríguez.
Entre ambos pasajes ceremoniales, la música dominó la escena ratificando el peso y la raigambre de una obra potente y de alto impacto que, en 60 años de trayectoria artística siempre cosechó audiencias fervorosas y masivas gracias a un repertorio con su sello que impactó tanto desde el fresco social como desde los relatos románticos.
También conocido por el apodo de “El Potro”, en 1957 fue de los primeros folkloristas (junto a Los Fronterizos y César Isella) en actuar en la Unión Soviética y cuatro años más tarde encabezó el nacimiento del Festival Nacional de Folklore de Cosquín que, desde entonces, lo tuvo como un clásico y convocante protagonista de sus lunas.
Su ascendente camino profesional sufrió un quiebre en diciembre de 1974 cuando debió abandonar el país a consecuencia de las amenazas de muerte y atentados que recibió por parte de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), exiliándose primero en Venezuela, luego en México y finalmente en España, donde vivió cuatro años.
Pese a la distancia y la censura que padecieron sus discos, el autor de novelas como “Sapucay”, "El Loco de la Guerra" y "Las Cartas del Silencio" y actor de los filmes “Si se calla el cantor”, “La vuelta de Martín Fierro” y “El grito en la sangre”, regresó al país y su magnetismo se mantuvo intacto hasta su muerte, el 13 de enero de 2017, a los 91 años.
Un ceñido y certero resumen de ese andar se sintetizó en el recital del jueves por la noche que contempló dos rondas de cinco piezas cada una y un emotivo cierre con la sala de pie acompañando la versión colectiva de “Si se calla el cantor”, uno de los hitos testimoniales del genio de Guarany.
Antes de ese encendido cierre, hubo espacio para el lucimiento y los matices interpretativos de las cantantes que lucieron la personal cercanía con esa herencia.
Nadia Larcher se lució con estupendas visitas a “Guitarra de medianoche” y “Canción del adiós”, Mónica Abraham fue responsable de certeras versiones de “Cuando ya nadie te nombre” y “Amar amando”, la aclamada “Bruja” Salguero hizo propias “Volver en vino” y “La villerita”, Anabella Zoch asumió solventemente “Recital a la paz” y “Puerto de Santa Cruz” y apuntó: “Espero que Horacio esté contento que seamos mujeres las que estemos interpretando estas obras” y Romina Pugliese paseó su versatilidad por “Caminante si vas por mi tierra” y “Memorias de una vieja canción”.

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