El 7 de mayo de 1824, en Viena, con su autor presente como espectador privilegiado y sin posibilidades de escuchar nada, se estrena la novena sinfonía de Beethoven. El público, seguramente, no debe haber alcanzado a darse cuenta de la dimensión musical e histórica que ese hecho habría de tener.
Sin mucho para agregar al respecto, los invitamos a escuchar el cuarto movimiento, por la Deutsche Kammerphilharmonie Bremen, bajo la dirección de Paavo Järvi. Un registro del año 2009, en el Beethovenfest Bonn.
Además, un 7 de mayo de los siguientes años
1667 en Francia, muere Johann Jacob Froberger, un célebre clavecinista y compositor que estableció el primer modelo de suite para clave, el mismo que hasta Johann Sebastian Bach habría de asumir para sus propias suites para clave.
1825 sin saber que la posteridad lo trataría como un hipotético asesino, muere Antonio Salieri en Viena, la ciudad donde había reinado como compositor y maestro de capilla de la Corte Imperial. Además, fue el autor de L´ Europa riconosciuta, la ópera con la cual, en 1778, se abrió el teatr Alla Scala de Milán.
1833 En Hamburgo, nace Johannes Brahms, uno de los compositores más trascendentes de todos los tiempos.
1840 en Votkinsk, una pequeña localidad de los montes Urales, nace Piotr Ilich Chaikovsky, el compositor ruso más célebre de la historia y uno de los favoritos del público amante de la música clásica.
1937 aún sin terminar, Bartók estrena en Budapest su Mikrokosmos, una completísima y novedosa colección didáctica de piezas para piano.
2002 a los 90, en Gerona, muere Xavier Montsalvatge, una de las figuras claves de la música española de la segunda mitad del siglo XX.
