Entrevista a José María Poirier

"Todo indicaría que en el cónclave la decisión será bastante rápida"

​El cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco comenzará el 7 de mayo en la Capilla Sixtina. En este proceso participarán 135 cardenales electores, quienes deberán alcanzar una mayoría de dos tercios para designar al nuevo pontífice. Las congregaciones generales previas han delineado los desafíos que enfrenta la Iglesia y el perfil deseado para el próximo papa, destacando figuras como Reinhard Marx, Luis Antonio Tagle y Dominique Mamberti. ​

 

El director de la revista Criterio y especialista en temas religiosos, José María Poirier, dialogó con Creer o reventar y señaló que el legado reformista del papa Francisco influirá significativamente en la elección del nuevo líder de la Iglesia.

En ese sentido, Poirier destacó la importancia de continuar con las reformas iniciadas por Francisco, especialmente en lo que respecta a la apertura de la Iglesia hacia los desafíos contemporáneos. ​

"Es difícil que en muchos temas pueda haber un retroceso", afirmó.

El proceso del cónclave se llevará a cabo bajo estrictas medidas de aislamiento en la Casa de Santa Marta, donde los cardenales permanecerán incomunicados hasta alcanzar una decisión. Las votaciones se realizarán en la Capilla Sixtina, siguiendo un ceremonial que incluye la misa "Pro eligendo pontifice" y el canto del "Veni Creator". Se requieren al menos 88 votos para elegir al nuevo papa, y el proceso puede extenderse durante varios días hasta lograr el consenso necesario. ​

"Están sucediendo las reuniones previas que son muy importantes, donde se estudia la biografía de cada uno y se diagnóstica las posibilidades de elegir a alguien que sea útil para la Iglesia en este momento. Todo indicaría que la decisión será bastante rápida y que en el transcurso de esa semana ya se podría haber elegido al papa", manifestó, tras dar detalles sobre cómo es todo el proceso del cónclave.

La elección del próximo papa se da en un contexto global complejo, donde la Iglesia Católica busca mantener su papel como mediadora en conflictos internacionales y promotora del diálogo interreligioso. El nuevo pontífice deberá enfrentar desafíos como la descentralización de la Iglesia, la relación con otras religiones y culturas, especialmente en Asia, y la necesidad de una gobernanza sinodal que integre diversas perspectivas dentro de la institución. ​

"Me inclino a pensar que están más cercanos a elegir como papa a un europeo, y entre los europeos prevalecen los italianos; pero eso habrá que verlo, porque siempre un cónclave depara muchas sorpresas. Se descarta en general que sea un africano, porque su episcopado es muy conservador y eso sería un retroceso muy marcado", dijo Poirier.

El cónclave de mayo no solo definirá al sucesor de Francisco, sino también el rumbo que tomará la Iglesia Católica en los próximos años, en un mundo que demanda respuestas a desafíos tanto espirituales como geopolíticos.​