Dialogamos con el médico infectólogo Carlos Remondegui que declaró: “estamos en una situación muy crítica hay lugares que están literalmente en llamas con respecto a los datos, a la situación y a la complejidad de la atención. Es decir, está muy feo en pleno ascenso a una situación que va a empeorar. Es difícil de analizar ya que el equipo de salud y mucha gente está cansada y decepcionada.
Hubo cierta demora en los datos y con respecto a los análisis los que tienen importancia son los PCR, los demás no tienen una utilidad práctica (test Elisa y test rápidos). Y eso por ahora, lo hace un solo laboratorio que es el laboratorio central, los cuales a veces tienen cantidades erráticas para hacer, a veces más a veces menos. Eso se considera como poco testeo para la situación para la que estamos, si bien nos compararon con otras provincias, quizás estamos parecidos en niveles de pobreza. Sin ir más lejos, en Chaco hacen 84 por 100 mil y nosotros hacemos menos de 20 por 100 mil tests, eso te pone claro que hay una deficiencia importante de testeos.
Esto modifica toda nuestra cotidianidad al convivir, el trabajo, con los amigos, los vecinos medianera de por medio y todas nuestras cosas culturales que eran normales ya no las tenemos.
Las recomendaciones son esas: continuar y no bajar los niveles de alarma con respecto al tapabocas, porque a veces la gente se olvida lo subestima o veo algunos que no lo usan y toman mensajes de gente poderosa como presidentes de otras naciones subestimando el tapaboca y hoy se dan cuenta de la importancia del tapaboca para enfrentar al virus.
Una de las cosas que debemos cambiar es no ser tan exitistas, ya que aparece algo y ya queremos reactivar todo. Lo que se hizo con la vacuna fue un estudio reservado, con resultados provisorios y una porción humana reducida. Ahora se irá por una escala mayor hasta 50 mil personas, a ver si se ve otras cosas en otras diversidades de población y el tiempo de seguimiento.
Entonces todavía falta, después de que todo esto resulte hay que esperar la producción a gran escala y no crean que será para todo el mundo. Hay que ver la logística y entrega, así que por ahora hay mucho que hacer con el cambio cultural y empoderar al equipo de salud, animarlo porque a veces está atendiendo las imprudencias de la gente y pagan el plato ellos con contagios que pudieron ser prevenibles”.
