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Tres de las nueve iglesias más antiguas de Buenos Aires - II

Entre las ciudades virreinales de la América colonia de España, Buenos Aires apenas era una aldea periférica que se fundó para frenar el avance de los portugueses. Esta periferia la convirtió, en aquellos primeros siglos de vida, en un lugar donde el contrabando era el modo de vida que consolidaba fortunas y cobijaba a aventureros que llegaban escapando de otras urbes importantes como Asunción del Paraguay, Cusco o Lima (en Perú).
Sin embargo, a tono con la época, la impronta española se marcaba en la cantidad de iglesias y conventos que se levantaron, algunas que perduran hasta el día de hoy, con sus historias y leyendas. Buenos Aires cuenta con nueve iglesias construidas en tiempos virreinales, concentradas en los barrios históricos de la Ciudad.

La Basílica de Nuestra Señora de la Merced es uno de los templos católicos más antiguos de la ciudad de Buenos Aires. Se encuentra junto al Convento de San Ramón Nonato y está ubicada a pocos metros de la Plaza de Mayo, en el barrio de San Telmo.
La historia del solar data de la fundación de Buenos Aires por Don Juan de Garay en 1580. En el reparto original de tierras, el conquistador cedió a la Iglesia las tierras comprendidas entre las actuales calles Reconquista, Perón, Sarmiento y la Avenida Alem (en esa época, era la costa del Río de la Plata). En 1589 llegaron al país los padres mercedarios, haciéndose cargo de estas tierras y construyendo una pequeña iglesia de adobe con techos de madera y paja, que fue dedicada a la Virgen de las Mercedes, y un convento contiguo. La precariedad de las construcciones provocó que hubiera una segunda capilla hasta que recién en 1721 comenzó la construcción de la actual iglesia que puede visitarse todos los días.
Desde su atrio, en 1806 se lanzó el ataque a la Plaza Mayor (hoy Plaza de Mayo), durante la Reconquista de Buenos Aires en la Primera Invasión Inglesa. Buenos Aires fue asolada por dos invasiones de tropas inglesas, en disputa territorial con España. En 1806 fue la primera toma de la Ciudad y en 1807 la segunda. En ambos casos, los invasores fueron expulsados tanto por los militares de la pequeña aldea como por las milicias civiles que participó activamente de las batallas.

En el barrio de Monserrat, en las calles de Piedras y Alsina, se encuentra la Iglesia San Juan Bautista y el Convento de las Hermanas Clarisas, con orígenes de construcción a finales del siglo 17. Si bien la Iglesia está dedicada a San Juan Bautista, hasta avanzado el siglo 19 se la conoció como “de los franceses” porque muchos de esta colectividad iban a rendir culto a una imagen de San Bernardo que se mantiene al día de hoy.
Hubo tres construcciones precarias hasta la actual, que data de 1797. Tiene una única nave y conserva la capilla privada donde las monjas clarisas solían escuchar misas y realizar ejercicios espirituales. El retablo del altar mayor, del siglo 18, fue dañado en los incendios provocados durante la noche del 16 de junio de 1955, después que seguidores de Juan Domingo Perón quemaran varias iglesias debido a que los militares que participaron en el golpe militar de ese año se transportaban en aviones y tanques con la leyenda “Cristo Vive”.

La Basílica de Nuestra Señora del Rosario y Convento de Santo Domingo es una de los conjuntos históricos más emblemáticos de la Ciudad. En la esquina de Defensa y Av. Belgrano, en el atrio de la iglesia está el mausoleo con los restos del General Manuel Belgrano, prócer argentino. También están sepultados los restos de sus padres y los de Antonio González Balcarce, jefe del Ejército del Norte en la expedición al Alto Perú, durante las Guerras por la Independencia de España, en el siglo 19.

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