Jorge Tezón, Gerente de desarrollo científico - tecnológico del CONICET explicó que se ha trabajado desde hace un tiempo en el proyecto, que implicó un convenio con la Universidad Tecnológica Nacional.
Se trata de un proyecto de unidad de investigación y de transferencia tecnológica.
Tezón comentó que “inicialmente surgió de un grupo de arqueólogos, pero con una ramificación en sus investigaciones y sus intereses que se inclina hacia el sistema productivo. Eso se basó en la adquisición, gracias a un subsidio de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación, de un equipo muy versátil, tanto para las investigaciones en arqueología como para las investigaciones en medio ambiente y en trazabilidad de productos agropecuarios. Lo que se está armando es un instituto de investigación que cuenta en la actualidad con unos 12 investigadores, personal de apoyo técnico, que son profesionales dedicados y becarios, que generalmente hacen sus postgrados en la propia universidad o en otras”.
El lanzamiento que se hizo en conjunto con la Universidad fue formalizado con el objetivo de radicar a profesionales en la localidad para lograr plasmar una estrategia en la que se viene trabajando desde hace al menos 2 años.
Lo interesante de esta iniciativa es que trasciende el tema arqueológico y el conocimiento podrá ser aplicado al sistema productivo y a los cultivos locales.
“Este convenio es muy importante –calificó Tezón- y estamos apuntando a otros con la facultad de ingeniería, en la misma dirección”.
