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Salamancas y caminos presenta: “Violeta Parra y un día Chile se hizo mujer”

En medio de tanto traficantes de ocasos aparecen los artistas aurora, los que llevan el amanecer a donde vayan, los que con su obra logran ponerle alba a la noche de la historia. Violeta Parra, la cantora que para amanecer ha amanecido.

Violeta Parra se hacía llamar: cantora de guitarra y guitarrón. Nacida en San Carlos y criada en Chillán.

Los datos biográficos indican que Violeta Parra nació hace un siglo en Chile, aunque sospechamos que parte de la gran Violeta de Latinoamérica ya estaba desde el primer cantar de un jilguerillo

Violeta ya andaba entre los himnos de los griegos, entre el decir de los juglares y rapsodas, entre las danzas rituales de los indígenas, entre la belleza salvaje de Colo Colo. Porque artistas como Violeta Parra están hechos de la historia del cantar humano y del cantar divino.

Como su obra inspirada por la música del campesinado, ella era hija de una campesina y de un profesor de música

Violeta Parra abandona la escuela para cantar con sus hermanos. Del mismo modo que renuncia a la música académica para abordar el cantar de sus hermanos.

Violeta Parra fue en busca del canto auténtico de Chile, se sumergió entre los cantores naturales de comarcas, los escuchó, aprehendió la raíz de su sentimiento

Violeta Parra buscó la expresión de su pueblo en la pintura, la escultura, el bordado, el grabado y en la cerámica, aunque fue en la canción donde pudo comprender el más allá del sentir chileno.

Violeta Parra trabajó en circos populares, esto y el impulso de su hermano, el poeta Nicanor, la alentaron a rescatar, recopilar e investigar la auténtica música folklórica chilena.

El nombre de los discos de Violeta Parra rubrican su búsqueda popular: El Folklore de Chile 1 y 2; La Tonada presentada por Violeta Parra; El folklore de Chile según Violeta Parra; Fiesta Chilena 1, 2, 3 y 4; ¡A bailar la Cueca!; La Cueca presentada por Violeta Parra.

Violeta Parra confiaba en el folklore como el saber del pueblo, como el conocimiento auténtico que no había sido contaminado por la superestructura cultural.

Violeta Parra sabía que en los remotos pueblos había cuecas que eran auténticos ecos del sentir de la gente. Cuecas espejos, cuecas que nos informan el color humano del paisaje.

Locución: S. M. Tovarich
Idea y Guión: Pedro Patzer
Edición Artística: Fernando Salvatori
Producción: Alejandro Carosella
Actor Invitado: Oscar Naya
Dirección Artística: Marcelo Simón