El Barroco, simbólicamente, nació con la representación de la primera ópera, La Euridice, de Jacopo Peri. Pero, caso extraño dentro de la historia de la música, este período también posee una fecha precisa de finalización, un hecho sumamente singular porque, lo habitual, es que un tiempo histórico desaparece cuando otro lo reemplaza. Pero el Barroco -estilo musical donde se destacaron Johann Sebastian Bach, Georg Friedrich Händel, Antonio Vivaldi y Henry Purcell, entre otros- no fue sucedido inmediatamente por el Clasicismo sino que, entre la finalización de uno y el surgimiento del otro, pasó una década preclásica en la cual los paradigmas del Barroco, en gran medida, se habían esfumado. Entonces, ¿cuál es esa fecha que le pone un broche digno al Barroco? Pues el 28 de julio de 1750, el día en el cual falleció Johann Sebastian Bach, en Leipzig. Porque podemos convenir, sin temor al error, que con la muerte de Bach, indudablemente el creador más notable de su tiempo, se cerraron, simbólicamente, 150 años maravillosos de música barroca. Pero hasta 1760, aproximadamente, el clasicismo sólo era un ideal que no terminaba de confirmarse.