la muerte de un grande deportes

Oscar “Pillín” Furlong: El éxito del básquetbol al tenis

Por Daniel Corujo - @Tenisports

Sin dudas Oscar Furlong fue uno de los grandes del deporte argentino. Fue el puntal del equipo campeón mundial de básquet en el 50. Y el hombre que hizo debutar a Guillermo Vilas en la Copa Davis.

Desde el Club Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque surgió un hombre que haría historia en el deporte nacional. Alguien que tuvo una duplicidad asombrosa para sentar precedentes en dos disciplinas: el básquetbol y el tenis.

Oscar Alberto Furlong, nacido el 22 de octubre de 1927 en Buenos Aires, murió a los 90 años de edad. Fue el líder de un equipo brillante que, entre 1948 y 1955, obtuvo para el básquetbol argentino un título mundial (el 3 de noviembre de 1950, en el Luna Park, donde el seleccionado argentino, con Furlong a la cabeza siendo goleador del torneo, venció al equipo de los Estados Unidos de América con 20 puntos de ventaja), un cuarto puesto olímpico (‘52), un campeonato mundial universitario (‘53) y un subcampeonato panamericano (‘51). Contando con un gran apoyo oficial, esa camada hizo estragos.

De alli, derecho al Salón de la Fama del deporte. El 12 de septiembre de 2007, a sus 79 años, la FIBA (Federación Internacional de Basquet) lo postuló y le dio un lugar.

Pero ¿dónde encaja el lugar de Furlong dentro del tenis?

Es que con la llegada de la “Revolución Libertadora” se produjo un golpe durísimo para el deporte, cuando una ley declaró profesional a los 75 mejores jugadores del país.

La mayoría no pudo continuar por su condición de aficionado y “Pillín” (como le llamaron siempre sus amigos, sin un origen concreto: “No sé por qué me pusieron ese apodo, tal vez de chico era demasiado pillo…”, comentó muchas veces), abandonó el básquetbol y se dedicó en forma más intensa al tenis, que practicaba como pasatiempo.

“No me gustó que me obligaran a pasar al profesionalismo y me quedé en el tenis, aunque yo no era tan bueno”, dijo Furlong al Libro de la “Historia del Tenis en la Argentina”.

Llegó a ser el Nº 7 de la Argentina en individuales, en 1961, detrás de Enrique Morea, Eduardo Soriano, Eduardo Prado, Roberto Aubone, Ernesto Ríos y José Roberto Machado. La temporada siguiente culminó 9º.

Al pasar los 30 años decidió incursionar en la dirigencia dentro del tenis. Fue vocal primero y luego vicepresidente. Y luego llegó su etapa como capitán de Copa Davis.

Estuvo en la silla de mando entre 1967 y 1978: “Comencé a ponerme etapas para tratar que la Argentina mejorara su lugar en el mundo. Jugaban Tato Soriano, Roberto Aubone, luego progresivamente entraron Julián Ganzábal, Modesto Vázquez, Ricardo Cano, Guillermo Vilas, y se fueron armando diversos equipos muy competitivos”.

Pasaron 24 series durante su gestión. En cinco de ellas se sentó Echagüe junto a los jugadores, pero siempre con Furlong como titular, quien en esas oportunidades no pudo estar presente por distintos motivos, generalmente laborales. Fueron 12 victorias y 12 derrotas llegando al punto máximo en aquellas semifinales contra Australia en 1977.

Recibió el Premio Konex de Platino en 1980, el Olimpia a la Trayectoria Deportiva en 1999, una distinción del Senado Nacional en 2005 y fue designado, ese mismo año, “Personalidad destacada” por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires junto a sus compañeros de equipo, los campeones mundiales de 1950.

 

Fotos gentileza de www.tenniscom.com