En contacto con el programa “El aire nuestro” el ex vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, se refirió a la situación económica del vecino país durante la gestión del ex presidente Evo y expresó sobre el retorne a su país: “el día lunes nuestro compañero Evo y la gente que lo acompaña estaremos en La Quiaca, para cruzar la frontera hacia Villazón y regresar a la patria que tanto amamos, a la que siempre seguiremos apostando y luchando día a día por ella y luego tomaremos una ruta para llegar el día 11 al Chapare, el trópico.
Para recordar ahí con la gente el año del fatídico golpe de estado que nos obligó a salir del país y que gracias a la lucha del pueblo, su conciencia, su valentía, su dignidad, nuevamente estamos ahí presentes en Bolivia para seguir apoyando este gran proceso de cambio que ha permitido que la gente más humilde, mas trabajadora pueda mejorar sus condiciones de vida.
Bolivia era el país más pobre del continente junto con Haití durante décadas, en la que nos gobernaban pequeñas oligarquías, que se enriquecían sacando las riquezas del país a otros lados y éramos la cola del continente, con menos niveles educativos, más abandonado, más explotados, con sus mayorías populares indígenas marginadas. Y el pueblo con su lucha se levanta hace 14 años mediante movilizaciones y mediante el voto electoral, y nos convertimos de un país de ingresos bajos en uno de ingresos medios, el salario básico se ha multiplicado de 50 dólares a 310 dólares. En los últimos años tuvimos una taza de crecimiento record en la economía, entre el 4.5 al 5% anual y en los últimos 8 años éramos record ganándole a Chile, a Uruguay, Paraguay, a Costa Rica, Panamá con mejor distribución de la riqueza.
Cuando llegamos al gobierno, había de cada 10 bolivianos 6 eran pobres y cuatro eran extremadamente pobres, sin tener para comer en el día. Con Evo y las políticas que se tomó, redujimos la extrema pobreza del 39% al 14% y era nuestro objetivo reducirla al 3 o 4 % y son hechos prácticos que permitió que Bolivia comenzara a mirar de igual a igual al resto de los hermanos del continente, con crecimiento, mayor justicia y mayor igualdad.
La riqueza de mi país era hace 14 años de 9 mil millones de dólares y pasamos a 42 mil millones y todo eso se truncó. Vino gente pérfida, malvada, mediante la fuerza, el asesinato, la persecución, la masacre y quiso detener este proceso de justicia, igualdad y bienestar. Tienen 800 heridos de bala, 35 muertos de bala, dirigentes detenidos, casas incendiadas de dirigentes, la casa de Evo incendiada, toda esa barbarie y destrucción no duro porque el pueblo nuevamente se reencontró con su historia y mediante el voto logro el regreso de este proceso de cambio con Luis Arce a la cabeza. Pero dejaron un país arrasado por la pandemia sin esfuerzo alguno para organizar y cuidar a las personas, destruido en la economía porque entraron a saquear, a privatizar, a intentar entregar las cosas del Estado a la empresa privada. Tuvimos un retroceso de -12 puntos, pero no importa. Sabremos con esfuerzo, con unidad, con capacidad, levantar a nuestra querida patria y volver a la justicia social de la que nos hemos sentido tan orgullosos la última década.
El continente sudamericano y sobre todo el cono sur en 20 años ha vivido dos oleadas; una progresista iniciada en 2003, 2004 que permite que fuerzas populares asuman al gobierno mediante la crisis generada por neoliberalismo, en medio de grandes levantamientos y sufrimientos de la gente. Sin comida, sin trabajo surgen los gobiernos progresistas y permiten levantar al continente y comenzar procesos de integración, pero comienza a debilitarse a comienzos del 2015 y hay un regreso neoliberal en algunos países mediante el voto y mediante golpe de estado y golpes judiciales, en otros más enfurecido , más rabioso, más racista, más anti popular, como una especie de venganza y desde el año 2019 nuevamente comienza a darse una segunda ola que convive con la resaca conservadora, con fuerzas progresistas en el continente. Tienes México, Argentina, ahora Bolivia, Chile, van a buscar corregir los errores que se cometieron antes, siendo los únicos que están planteando a los pueblos una manera de salir adelante, que no sea privatizando ni empobreciendo a la gente ni destruyendo los bienes colectivos.
Soy muy optimista, debemos tener la serenidad para evaluar las cosas que hicimos mal, pero mientras uno trabaje a favor del pueblo o de la gente humilde, no te vas a equivocar. En esta nueva oleada progresista confiamos y estamos seguros que vamos a esforzarnos para que los humildes nunca sean abandonados, los trabajadores nunca sean maltratados, la gente sencilla de la calle, el comerciante, el obrero , el campesino, el estudiante, el profesional siempre tenga un Estado que se preocupe por él y su bienestar.
De concretarse la despedida de su presidente a Evo hacia su país, tiene una carga simbólica e histórica muy potente, primero porque un gobierno y un pueblo lo recibió a Evo en momentos de riesgo de nuestras vidas. Alberto Fernández estuvo atento desde el primer momento del golpe, comunicándose preocupado por su salud y su vida antes de su viaje a México, porque había intenciones de los golpistas de asesinarlo, de hacer escarnio con Evo Morales y luego nos reciben en Argentina.
Estuvimos casi 11 meses y va ser Fernández en un gesto que ennoblece al continente entero, que le dice al pueblo boliviano que nuevamente la democracia regresa a Bolivia y lo acompaña a su líder sano y salvo llevándolo hasta la frontera, cumpliendo lo que teníamos que hacer y queda en manos del pueblo boliviano continuar escribiendo la historia.
Es un gesto hermoso casi poético y en segundo lugar mostrar que el continente es uno solo, hay fronteras y culturas diversas pero hay un fondo profundo común que se remonta a la lucha por nuestra independencia a nuestros pueblos originarios, que se remonta nuestra vida común y eso estaría visibilizándose, que hay un fondo y que somos lo mismo, que el destino de uno está atado al destino del otro, y más allá de las diversidades culturales necesarias, hay una unidad histórica que comienza a brotar y a emerger.
Entonces este gesto del presidente Fernández tiene esta doble connotación histórica y no cabe duda que va estar escrita en las páginas más bellas de la historia de nuestro continente.
Hay que volver a restablecer esfuerzos comunes, hay voluntad. Como países solos somos débiles en el mundo, pero tenemos historia, juventud formada, tenemos creatividad, tenemos ciencia, recursos y gente muy laboriosa y tenemos un destino compartido, y juntos vamos a poder enfrentar el siglo XXI que va estar marcado por catástrofes, tragedias, crisis y entonces la necesidad de actuar conjuntamente se impone.”
