Franz Schubert ABC

¿Sabías que...?: Las baladas

La mención de la palabra balada, en el contexto de una radio de música clásica, remite, sin escalas intermedias, hacia esas creaciones maravillosas y paradigmáticas de Frédéric Chopin. Sin embargo, siempre en relación con la música, el término existía con mucha anterioridad al tiempo del gran compositor polaco aunque no referido a creaciones para piano sino a un tipo peculiar de canciones. Como ballata, en italiano, o como ballade, en francés, nuestra balada existía en las postrimerías de la Edad Media como una muy peculiar canción secular con una forma poética claramente establecida que invariablemente incluía un estribillo. A lo largo de los siglos que siguieron, en la Europa anglosajona y nórdica, las baladas continuaron como un género poético de tradición oral en el que se contaban travesías, aventuras y cuentos mágicos o historias de amor, algo muy similar al romance español. Pero a finales del siglo XVIII, la balada comienza nuevamente a circular en ámbitos académicos para designar a un tipo muy peculiar de poesía en la que, como su homónima popular y oral, se narran historias concretas o imaginarias. Dentro de la literatura alemana, varias de ellas fueron tomadas por los compositores quienes las transforman en canciones. Esas baladas resignificadas con sonidos, al pasar al mundo de la música, se convierten en meros lieder, es decir canciones. Schubert, por ejemplo, leyó una balada de Goethe que cuenta la historia de un padre que galopa furiosamente con su hijo enfermo en brazos en busca de ayuda. Sí, esa balada de Goethe, devenida en lied de Schubert, no es sino El rey de los Alisos.