LEGALES PERO ESCLAVIZADAS RAE ARGENTINA AL MUNDO

La vida de migrantes y africanas en los países Árabes del Golfo

La música de esta semana es de Manu Chao

José Manuel Arturo Tomás Chao Ortega, más conocido como Manu Chao, nació en París, hijo de una familia de emigrantes españoles que escaparon de la Guerra Civil Española, después   que el abuelo Chao fuera fusilado por las huestes de Franco.

Ex líder del grupo Mano Negra, comenzó su carrera como músico callejero. Es conocido por su posicionamiento político en defensa de los derechos humanos. En sus canciones, además, habla sobre el amor, la vida en los guetos y la inmigración. Canta en español, francés, italiano y portugués.

 

En los aeropuertos de Kampala, Nairobi o incluso Accra salen diariamente decenas de vuelos rumbo a Arabia Saudita o Emiratos Árabes Unidos en los que centenares de mujeres embarcan cada año de forma legal hacia un futuro de explotación y abusos que para algunas acaba incluso en la muerte. No hay números. No hay información, pero se calcula que la fuerza obrera en muchos de los países de la Península Arábiga es más extranjera -procedente sobre todo del este de África y el sudeste asiático- que nativa.

"Se estima que 7,8 millones de los 9,2 millones de habitantes de Emiratos son no nacionales, mientras que el 70 por ciento de la población de Kuwait y el 85 por ciento de la de Qatar son extranjeros", indicó el periodista ugandés Yasin Kakande en su libro "Estados esclavos: la práctica de la kafala en la región del Golfo Pérsico" (2015).

 

 

"El tratamiento hacia los trabajadores extranjeros va en contra de todos los estándares morales, es completamente injusto", explicó Kakande. El proceso para muchas mujeres que trabajan como empleadas del hogar con familias árabes se realiza mediante empresas de reclutamiento, a las que la familia y la mujer pagan por partida doble, y el proceso de migración es legal: llegan con su visa y su autorización para trabajar.

El problema es que cuando aterrizan en Riad, Dubai o Abu Dhabi se les requisa el pasaporte y pasan a depender totalmente de los empleadores. Si ella quiere salir de ese trabajo o volver a su país, tendrá que pagar un precio a sus empleadores, que no sólo se convierten en sus dueños sino que ellas son consideras parte de “un activo” familiar.

En los países del Golfo Pérsico, y en otros como Jordania o incluso el Líbano, el sistema de inmigración se denomina "kafala", que en la cultura árabe es una forma de "cuidar al visitante", pero que con la mano de obra de países más pobres se ha convertido en un sistema de esclavitud.

"El sistema de kafala hace que tu empleador saudita sea un pequeño dios que toma todas las decisiones por ti; es un sistema de explotación que se ha cebado con los pobres que acuden a trabajar allí", explicó el periodista.

En esta situación, silenciada por la prensa internacional, se torna aún más indigna cuando hay informes de organizaciones sociales que denuncian que en estos países también hay cientos de obreros que pasan interminables horas trabajando al sol, por ejemplo, en las obras de preparación del Mundial de Fútbol de Qatar de 2022.