El dr. Alejandro Cazabán, defensor de Julieta Silva, condenada a 3 años y 9 meses, por la muerte de Genaro Fortunato, con el beneficio de prisión domiciliaria, explicó que su defendida está bajo estricto control tanto por sistema de monitoreo de pulsera y también, por controles que se hacen en forma personal en el domicilio de la mujer, en forma sorpresiva por parte de personal del servicio penitenciario.
El abogado aclaró que Silva “no tiene ningún tipo de limitaciones en cuanto a las visitas, cantidades, etc.”
En tanto, Cazabán recordó que todas las partes apelaron a la Corte Suprema y comentó, además, que esta mañana realizó una presentación porque “entendemos que no corresponde que el querellante presente el recurso de casación”, dado que la sentencia no fue absolutoria.
Imagen: gentileza diario Los Andes
