Así lo ratificó el fiscal penal Ramiro Ramos Osorio, al sostener que en el marco de la causa de homicidio por envenenamiento en perjuicio de Ignacio Casas, se detectó que el productor agropecuario de General Güemes, Hartmut Torsten Theobald, de origen alemán, había incurrido en una actitud similar contra otro de sus empleados, Benito Soraire.
Soraire se salvó de la muerte dado que la toxina del veneno no llegó a ser absorbida por el cuerpo dado que no solo la expulsó a través de vómitos, sino que además logró llegar al Hospital de Güemes en donde fue atendido y salvado de la muerte. Sin embargo, el resto de la comida había sido servida a los perros del puestero que luego murieron a raíz del envenenamiento.
Es así que al productor le pesa una segunda causa caratulada tentativa de homicidio en contra de Soraire.
Tanto Soraire como Casas eran los dos empleados rurales del productor y según lo que muestra la investigación, vivían en condiciones infrahumanas. Esto habría generado la denuncia en diversas dependencia por uno de los empleados y de allí surgiría el móvil del homicidio.
Así lo explicaba el fiscal Ramos Osorio a los medios.
